No al clientelismo vil y vulgar.

No al clientelismo vil y vulgar.

Interesantes las consideraciones que se vertieron en el Foro Perspectivas de la Deuda Pública Subnacional.

Y es que Doña Minerva Hernández Ramos, Diputada de Acción Nacional y secretaria de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados y don Juan Manuel Portal, auditor superior de la Federación esbozaron tópicos que deben ser referencia obligada para el debate en torno a la contratación de deuda pública.

Los datos de la fémina legislador enmarcan que actualmente la deuda subnacional, es decir la de los estados y municipios del país, asciende a 568 mil 591 millones de pesos, lo que representa casi 4% del PIB Nacional de lo generado en 2016, por lo que con esa cifras se puede estimar que cada mexicano debe 4mil 605 pesos, lo que representa además que en los últimos 15 años la deudita ha incrementado en un 500% nomas. La tarea que dejo en el aire la legisladora federal es la creación inmediata de los organismos anticorrupción estatal, ojo.

Relevante también es lo asegurado por Don Portal, en el sentido de que ante tanta corrupción que se ha evidenciado por parte de algunos gobernadores, la satanización es ipso facto y se demerita un mecanismo que de utilizarse con eficiencia y eficacia es una importante palanca de desarrollo.

Peeeeero en este espectro político tan convulso y broncudo, cada que se escucha que alguien plantea la posibilidad de contratación de deuda, se acusa que es para meterle mano sin control ni empacho, para hacer la bolsita para el dispendio electoral o por ocurrencias.

Los actores políticos se enfrascan en un jaloneo sin sentido que lo único que hace es confundir más al ciudadano, y peor aún con sus gritos y beligerancias no se permiten escuchar que es lo que el gobernado en verdad piensa y opina.

Los presupuestos son finitos y las necesidades o demandas de más y mejores servicios e infraestructura pareciera que son interminables; lo que si deben hacer todos los actores sean del color que sean es analizar de la mano de los ciudadanos la conveniencia y viabilidad de las obras proyectadas a pagarse con el mentado empréstito y allí si sostener un debate de altura con los pros y los contras para que la decisión sea colegiada y colectiva.

Hoy, lo lamentable es ver como los de un color u otro se rasgan las vestiduras, cuando antaño aplaudían la deuda contratada por los alcaldes o gobernadores emanados de su partido, y a las obras funestas y con sobrecostos elaboradas nunca se atrevieron a ponerle un pero. Eso señores, que ustedes hoy pretender vender como protección del erario y patrimonio de los ciudadanos, en realidad se llama hipocresía y clientelismo vil y vulgar. Y de esas chicanadas políticas la chocada esta hasta la M…

Zarpazo: Falta de Recursos + poca credibilidad + lucha encarnizada por la sucesión = un IEPCT colapsado.