No permitir que nos arrebaten la paz social de nuestras comunidades

Somos parte de algo

Existe un concepto que me llama poderosamente la atención: formar comunidad. Sin embargo, si vamos más allá sería efectivo hablar del sentido de comunidad. 

¿Qué nos pertenece? ¿Hasta dónde podemos hacer nuestro ese espacio?, los cuestionamientos van en tal dirección porque algunos ignoran el respeto del uno al otro.

Ser un ciudadano nos da derecho a estar en conjunto. No podemos vivir de forma individual. Somos parte de algo.  

Tenemos igual derecho a la participación y comunicación que guardan relación con las libertades positivas. 

Pero no tenemos derecho a afectar a terceros, y menos permitir que nos ganen nuestro territorio de convivencia, sólo por el hecho de imponer miedo.

Nadie tiene la facultad de hacer suyos los espacios públicos, por ejemplo. Nadie tiene derecho a ignorar el diálogo y querer intimidarnos. Cada familia tiene que estar reforzada por las leyes que le protejan.

Pasa, sucede en colonias, donde algunos individuos pretenden ser los dueños de esas localidades. Buscan ganar espacios con toda la alevosía y ventaja.

Los ciudadanos debemos estar listos para evitar cualquier ingratitud que se presente. No dejarnos avasallar por esos seres que sólo piensan de forma individual, creyendo que formar comunidad para ellos es alzar la voz o el sonido de un televisor o un megáfono.

Nuestra mayor defensa se llama derechos humanos, esos que nos blindan para estar de manera tranquilos en cada uno de los hogares.

A nadie debemos la paz social, y menos a personas que se desempeñan en la nada. Tan importante son ellos como cada uno de nosotros, y lo peor es cuando se burlan de las propias autoridades, de los sistemas de justicia, vociferando con su crítica vacía.

Lo que deja constancia es no caer en la pasividad, pero tampoco en la violencia ante casos donde nos quieren robar la paz social.

Lo ideal es que se tendieran los puentes del diálogo, sobre todo, pero a veces es una situación difícil, llena de obstáculos, que al final indigesta.

Los espacios también son nuestros. Que los impulsos de otros no se los lleven, y menos cuando se tiene la razón.

Como ciudadanos podemos multiplicarnos y replicar nuestra molestia. Hacerla ver y crecer. En la actualidad existen instancias legales para evitar que no caigamos en los errores de enfrentarnos a una pared que no escucha ni entiende.

Es ahí donde tenemos que acudir y hacer vales esos derechos, tan nuestros como el respirar, caminar y estar con tranquilidad.

No permitamos que la realidad cambie. Que nos creen contrapesos. Lo importante es seguir de frente, no bajar la mirada ante el vecino escandaloso, sin conciencia, sin una formación de ciudadano.

PARÉNTESIS

La Universidad Olmeca presentó el proyecto "Escuela de Educación Permanente y a lo Largo de la Vida", que se une a las otras tres ofertas de su sistema escolarizado de: Ciencias Sociales y Humanidades; Ingenierías y Arquitectura; e internacional de Ciencias de la Salud. Lo que buscan es tener en la institución un área en donde los niños hasta los adultos pueden encontrar posibilidades educativas. (kundera_w@hotmail.com)