No repetir la historia oscura de la CFE

No repetir la historia oscura de la CFE

Ya Adolfo López Mateos veía los problemas que hoy aquejan a la Comisión Federal de Electricidad, por lo que pidió a los mexicanos “velar todos porque la industria eléctrica en México se manejara con la mayor limpieza, para que todos sus beneficios sean para el pueblo y sólo para el pueblo”.

Así mismo recomendó “señalar con índice de fuego para castigar en forma adecuada a quienes falten a la lealtad que deben a la patria y al pueblo”.

Rápido se nos olvidaron esas palabras del expresidente de México. Se abrió una oportunidad para los que durante años buscaron su beneficio personal con los recursos públicos.

Al igual que lo que durante años dañó a la otra empresa productiva del estado en materia petrolera, a la CFE se dejó caer para que el sector privado viniera a vendernos sus soluciones.

Con ello, los mismos promotores del neoliberalismo en México buscaban el beneficio personal mediante empresas que ellos crearon para venderle servicios a la compañía eléctrica, y ocupando sillas en los consejos de administración de las empresas que proveían de servicio a la eléctrica, y por supuesto, ganaban contratos millonarios.

La privatización del sector empezó desde mediados de los años 90 del siglo pasado y se consolidó con la llamada reforma energética del 2013, con el apoyo de políticos neoliberales que tienen nombre y apellidos.

El Presidente de México difundió algunos, aunque no son los únicos, éstos solo son los relacionados con la industria eléctrica.

En la lista salieron nombres como José Córdoba Montoya, incondicional de Carlos Salinas de Gortari. También se mencionó a Jesús Reyes Heroles González Garza. Ex secretario de Energía con Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, y director de Pemex con Felipe Calderón.

Otro de los beneficiarios con la apertura de la CFE es el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) con Zedillo, Carlos Ruiz Sacristán.

Aparece Luis Téllez, Secretario de Energía y de Comunicaciones y Transportes con Zedillo y Calderón. Otro es Alfredo Elías Ayub, director general de la CFE en los sexenios de Zedillo, Vicente Fox y Calderón.

Sobresale el primer expresidente con amplio conocimiento en la materia, Felipe Calderón, y quienes estuvieron con él en la Secretaría de Energía, Georgina Kessel Martínez, Jordy Herrera y Alejandro Fleming Kauffman.

Todos ellos usaron información privilegiada para apoyar a las empresas que los capturó para lograr mayores ingresos para sus socios mediante contratos. No es ilegal, pero es inmoral y poco ético.

El actual presidente anunció que para evitarlo en el futuro, enviará al Congreso de la Unión prohibir el ingreso de funcionarios de primer nivel en empresas que sean proveedoras de la nación.

Mientras esos suceden, el gobierno federal se comprometió por un lado a revisar contratos que están exprimiendo al erario sin que se entreguen servicios y hablar esta situación con las empresas contratadas.

El otro compromiso que hizo López Obrador es que el costo de la energía eléctrica para los usuarios de México no se incrementará.

Todo esto es parte del Programa Nacional de Electricidad presentado hace unas semanas en el estado de Chiapas, donde se busca sacar del precipicio a la compañía mexicana con la asignación de más recursos públicos.

En Tabasco el compromiso gubernamental es el borrón y cuenta nueva, así como una tarifa preferencial. Será la única entidad federativa con ambos beneficios a nivel nacional.

Por su parte, el compromiso de los mexicanos debe ser que la historia negra de la CFE no se repita.

SUMAS Y RESTAS

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