NOTA BENE

La “federalización de la salud”, una solución para Tabasco, hacia una sanidad universal

Al anunciar la “federalización” de los servicios de salud, de un solo “tajo”, Andrés Manuel López Obrador le quitó al Gobernador Electo, Adán Augusto López Hernández, uno de los nidos más grandes problemas, de corrupción y nepotismo que viene arrastrando Tabasco desde hace décadas.

La Secretaría de Salud, y todos los que fueron titulares de esa responsabilidad, se habían convertido en uno de los problemas más importantes de Tabasco cuando lo que se espera de esa institución es que sea parte de las soluciones.

Más aún cuando se cuenta con un excelente equipo de profesionales que, precisamente, en estos tiempos de penurias han demostrado que su vocación está muy por encima de un salario. Las sospechas sobre malos manejos de los recursos asignados al sector Salud son muy grandes y solamente hace falta que sean documentadas, lo que no parece difícil a tenor de las denuncias de los propios médicos y enfermeras.

La falta absoluta de medicamentos por la negativa de los proveedores a dar más crédito, cuando se les adeudan cantidades millonarias, los nombramientos de familiares y amigos en puestos clave de la administración, que son los que están mejor pagados, junto con una inexplicable falta de transparencia en las compras y en los contratos de mantenimiento dibujan un panorama negro para esa institución que no hace tanto tiempo era un ejemplo de buen funcionamiento y resultados en la salud de los tabasqueños para todo México.

En las últimas semanas no han cesado las protestas del personal médico de todos los sectores, angustiados porque no pueden atender ni siquiera las urgencias y por eso reclaman “atención médica de calidad”. Y a eso tenemos que añadir que ni siquiera están cobrando sus salarios puntualmente, además de la precariedad de sus contratos que el mismo Presidente de la República ha criticado ayer, en conferencia de prensa nacional, cuando dijo que "hay médicos que llevan 20 años trabajando como eventuales”.

Y abundó Andrés Manuel López Obrador cuando hizo un comparativo contundente: “el sector salud está peor que el de la educación”.  Por todo lo anterior AMLO anunció un programa en que participan Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, estados en los que “se va a federalizar el sistema de salud, se va a suscribir un convenio con los estados para que la federación se haga cargo del sistema de salud, lo que significa un fondo para incrementar por alrededor de 25 mil millones de pesos, para que haya médicos, que la atención médica sea gratuita, que no falten los medicamentos, que mejore el sistema de salud".

Este plan contempla a toda la República y “cada 6 meses se irán añadiendo 8 estados, hasta que en dos años se tenga la cobertura completa". Cancelado el Seguro Popular, de lo que se trata es de implantar “la Sanidad Universal”, que es el que está generalizado en las sociedades de primer mundo.

Es decir que todo mexicano, por el hecho de serlo, tendrá derecho a la atención médica y a los medicamentos necesarios para resolver sus afecciones, sin distinguir a quienes cotizan al Seguro Social o a los que por las precarias condiciones laborales que se registran en el país, no pueden contribuir con sus impuestos.

Con este plan el Presidente AMLO pretende recuperar para los ciudadanos uno de los derechos fundamentales de los seres humanos como es el derecho a la salud, que hasta ahora, por más que se contempla en nuestra Carta Magna, era solo letra muerta que no tenía en los hechos reflejo real.