NOTA BENE

AALH: Un hombre de leyes de frente contra la corrupción

Conociendo los detalles del saqueo de Tabasco viene a mi mente la imagen de aquella fabulosa película: El Padrino. Y más concretamente la escena en la que hay una reunión de los capos, que disfrutan cada uno, en exclusiva, una parte del territorio, objeto de todo tipo de delitos,  aunque sometidos a la autoridad del “Capo di Tutti Capi”, o sea El Padrino.

Aquí ha habido el mismo patrón, que consiste en que ha habido saqueadores sectoriales, de los que el mismo gobernador Adán Augusto López nos ha dado evidencias, faltando por demostrar que en realidad todos se encontraban bajo la disciplina de una organización criminal, a la que habrá que poner nombre y apellido al dirigente/a en los próximos días.

Las denuncias del mandatario AALH respecto al ex secretario de Salud, Romel Cerna, ponen los pelos de punta. Ante notario cobraba las “comisiones” criminales, mientras que en los hospitales se moría literalmente la gente al no haber con que curarles sus dolencias graves.

Las denuncias de los medios de comunicación contra Pancho Peralta, acusándole de haber “distraído” las partidas destinadas la Coordinación de Comunicación Social para promover la acción de gobierno desde el año 2017 son infames y esos casos apenas son los primeros que conocemos en unos cuantos días.

Lo demás es “Vox Populi” y no tarda en documentarse. Pero es evidente que todo ocurría con un esquema criminal que demuestra organización. No fueron desviaciones aisladas de funcionarios concretos, con responsabilidades personales, sino que se puede hablar con toda propiedad de una presunta “delincuencia organizada” instalada en el gobierno del “nuñismo”, como describe el gobernador López Hernández al afortunadamente pasado gobierno de Tabasco.

Lo más sorprendente es su audacia criminal y esa sensación de impunidad que demostraron hasta el último momento, cuando estaba el pueblo de Tabasco en la calle exigiendo sus salarios, prestaciones y aguinaldos y todavía se atrevieron a hincarle el diente a la ayuda que envió el gobierno federal de 1.800 millones de pesos.

Es realmente insólito lo que hemos padecido los tabasqueños en los seis años pasados. En todo caso es reconfortante ver que no nos hemos equivocado en este espacio cuando a mediados de diciembre se podía leer en esta columna lo siguiente respecto a la aprobación de los diputados de MORENA de las cuentas públicas de Núñez de 2017: “Los diputados no han sabido explicarlo, lo ha hecho adecuadamente, el gobernador Electo, Adán Augusto López Hernández.

Es sencillo: El Órgano Superior de Fiscalización de Tabasco, (OSFE), dependiente de los diputados, en base a unas técnicas generalmente aceptadas de revisión aleatoria, ha enviado un dictamen aprobatorio que es cuestionable, pero que no tiene reversa.

Es así y son las leyes y procedimientos que nos hemos dado y por eso no quedaba otra que aprobar la cuenta de referencia. Sin embargo quedan abiertas todas las posibilidades a que, de encontrarse posteriormente irregularidades, se proceda a denuncias civiles y penales de todo tipo siempre que el ejecutivo entrante lo pueda probar y así lo considere procedente.

Es decir no se ha cerrado ese capítulo sino que solo se ha escrito una parte de él, siguiendo el reglamento que legalmente procede. Nada más” Y ahora por fortuna recuperamos la confianza en nuestros diputados/as y sobre todo reafirmamos nuestra convicción de que el gobernador Adán Augusto López sigue siendo quien ha sido siempre: Hombre de palabra, transparente y honesto. Un hombre de leyes.