NUESTRA IDENTIDAD COMO MEXICANOS

Nos llamamos “mexicanos”, pero ¿cuál es nuestro origen

Nos  llamamos “mexicanos”, pero ¿cuál es nuestro origen, de dónde viene México, cuál es su origen, que quiere decir México? Los códices nos hablan que las siete tribus nahuatlacas, o sean: los xochimilcas, los chalcas (chalco), los tepanecas (azcapotzalco), los culhuas, los tlalhuicas, los tlaxcaltecas, y los aztecas, que salieron de la mítica Aztlán en 1067 y durante 8 años se asentaron en Chicomóstoc.

Seis de estas tribus partieron hacia el sur en 1075, pero los últimos en salir, fueron los aztecas, a los que su líder los llamó y  les dijo: “de hoy en adelante, ustedes se llamarán mexicas, en honor a Mexil, la otra cara de Huitzilopochtli, su dios tutelar, y caminarán hasta descubrir esta señal: “El descenso de Huitzilopochtl --colibrí siniestro o zurdo—, quien bajará del cielo, convertido en águila, para posarse en el gran árbol del mundo –el nopal--, donde luchará contra un monstruo de la tierra, la serpiente, a la que devorará,  y allí fundarán su ciudad y allí serán poderosos”.

Y los ahora mexicas, peregrinaron durante 250 años hasta que un 8 de junio de 1325, encontraron esta señal-símbolo, y allí fundaron la ciudad de México, la ciudad de los mexicas, teniendo que someterse los tepanecas, al señor de Azcapotzalco, como esclavos. De esta suerte, primero existieron los mexicanos, y después México.

Los mexicas tuvieron  que construir un acueducto desde Chapultepec, para el aprovisionamiento de agua dulce; acueducto que los tepanecas no habían podido construir, por lo que estos les declararon la guerra, resultando vencedores los mexicas, que se convirtieron en señores de todo el valle que nombraron de México y en unos 100 años construyeron un poderoso imperio que abarcaba desde los actuales Estados Unidos hasta Nicaragua. Imperio que respetaba la cultura, el idioma y el gobierno de los territorios conquistados, sometidos a pagar un tributo.

En una esquina del zócalo de  la ciudad de México, frente al antiguo edificio de la Suprema Corte de Justicia, existe una escultura de Olagíbel, alegoría del águila sobre un nopal devorando una serpiente, señalando el sitio de fundación de la ciudad de México, que finalmente le daría nombre también a nuestro país. 

Este es el origen de nuestra capital,  de nuestro  país, y de nuestro  escudo, el más bello del mundo, que representa el triunfo de todo lo que vuela, sobre todo lo que se arrastra, el triunfo del espíritu sobre la materia. Esta es nuestra identidad, de la que debemos sentirnos orgullosos.