El “obradorismo” y su futuro a corto y mediano plazos; definiciones del 2023

COMIENZA un año de definiciones para Morena y el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador perfilado desde la campaña de 2006

*La construcción de un esquema eficaz para ganar elecciones

*El desafío para sobrevivir al relevo del liderazgo personal 

*En julio de este año, mucho más que encuestas presidenciales

COMIENZA un año de definiciones para Morena y el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador perfilado desde la campaña de 2006 y ampliado en las sucesivas del 2012 y 2018. De la misma forma que para la oposición serán tiempos de asumirse sólo como crítica al régimen o como portadora de su propia propuesta. Esto último se observa complejo por la diversidad de ideologías e intereses que convergen en el polo PRI-PAN-PRD.  

Por el lado de López Obrador se tendrá que enfrentar el mayor desafío: la continuidad con el cambio. Esto es, el relevo del liderazgo caracterizado por un estilo muy personal, individual de ejercer el poder. El lopezobradorismo sin el liderazgo presente físicamente de Andrés Manuel. Más todavía si, como anunció, al entregar la banda presidencial en octubre se retira totalmente del quehacer público.

IDEOLOGÍA O SIMPATÍA

Varios estudiosos de la política nacional han caracterizado como “lopezobradorismo” y también como “obradorismo” a secas el movimiento construido y representado por el nacido en Macuspana, y cuya base social comenzó en Tabasco entre los campesinos e indígenas.

Rosendo Bolívar Meza, le dedicó un estudio especial a este movimiento precisamente con el título de “Morena: el partido del lopezobradorismo”. (Universidad Metropolitana Iztapalapa, Polis México.) Aunque ubica el surgimiento de esta corriente en la “protesta organizada a partir del desaseado proceso electoral del 2006”, quienes han seguido de cerca el desarrollo de la propuesta política de AMLO la pueden identificar por lo menos en la segunda mitad de 1988 cuando se convierte en candidato a la gubernatura por el Frente Democrático Nacional (FDN). Esto sin ignorar los antecedentes de sus posiciones políticas cuando asumió la delegación del Instituto Nacional Indigenista (INI) en Nacajuca y su breve paso por la dirigencia estatal del PRI.

Bolívar Meza cita a Enrique Semo (2012). Señala que “López Obrador es un líder que se ha movido y se sabe mover en el ámbito político y en el de los movimientos sociales, por lo que a lo largo de su historia ha pasado frecuentemente de la acción política a la lucha social y viceversa, siempre con el propósito de defender valores esenciales para ambas esferas. Además de haber sido dos veces candidato a la Presidencia de la República por parte de la izquierda, tanto en 2006 como en 2012, también es el constructor de un movimiento social amplio y plural con identidad propia, que capitalizó en una organización política como lo es Morena”. 

El texto publicado en 2014 antes de la campaña presidencial exitosa del 2018, pero ya con el antecedente del registro de Morena como partido político. Quizá la verdadera cuestión que tiene enfrente el obradorismo no es su efectividad electoral –esa ya está demostrada-, sino su identidad, lo que le daría fuerza para mantener la cohesión más allá de los individuos o las situaciones del momento.

Es cierto que el término “ideología” entró en desuso por intereses como los que respaldaron la proclama de Francis Fukuyama (1992), sobre la victoria final de la “democracia liberal”. Digamos que por ideología se entiende “el sistema de ideas, creencias, juicios de valor, actitudes y opciones respecto a fines y objetivos, que se halla en el fondo, y que a la vez es el origen, de las opiniones, decisiones y actuaciones que los individuos adoptan en los asuntos sociales y políticos”. (Enciclopedia Herder)

Digamos simplemente que una ideología corresponde a intereses y objetivos comunes, lo que da cohesión a un grupo e impide su dispersión.

PRD, PT, MC: DESCONCIERTO

UN ESTUDIO que abarca más antecedentes que desembocan en el movimiento obradorista es el de Carlos Illiades (“De la social a Morena”) y nos remite hasta de la izquierda mexicana de mediados del Siglo XIX (1850). Análisis histórico que merece un texto aparte.

Resulta interesante cómo Bolívar Meza (doctor en Ciencia Política) avizoraba en 2014 el alto costo que para el PRD, PT y Movimiento Ciudadano tendría el surgimiento de Morena como partido, ya que en el pasado estos grupos habían usufructuado la figura de López Obrador, pero no acertó al estimar que en las elecciones del 2018 dos de estas organizaciones (PRD y MC) harían coalición con el PAN lo que dejó al obradorismo la hegemonía en lo que históricamente se denomina la o las izquierdas. 

Como se sabe, el PT y el Partido Verde (antes aliado al PRI o al PAN), se propusieron aprovechar el arrastre electoral de AMLO, en tanto que importantes segmentos del tricolor emigraron a Morena –aun sin compartir la propuesta obradorista-. Son hechos que determinarán la ruta del poder en 2024 y que se comenzará a perfilar este mismo año.

No ignoremos que a más tardar en julio de 2023 Morena y López Obrador tendrán la encuesta que definirá no sólo una candidatura sino el futuro régimen. 

AL MARGEN

De quienes aspiran a suceder a AMLO, ¿hay alguien con una biografía e ideología que plenamente se le identifique? El actual presidente dice que cuenta con suficientes relevos y que sólo hay diferencia en estilos. Como dijo el clásico: hablarán los hechos. (vmsamano@hotmail.com)