Pandemia del hambre, advierten 250 millones de afectados

Una problemática seria que prevalece en estos momentos en varias partes del mundo es el hambre

Una problemática seria que prevalece en estos momentos en varias partes del mundo es el hambre.

Como punto clave, la crisis desatada por el coronavirus no deja actuar a los gobiernos con el fin de remediar el combate a la pobreza.

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) acaba de presentar el Informe mundial sobre crisis alimentarias que analiza estas en los tiempos del COVID-19.

La pandemia podría casi duplicar el número de personas que padecen hambre aguda en el mundo, alcanzando los más de 250 millones de afectados a finales de 2020, según acaban de advertir agencias de Naciones Unidas en un nuevo informe sobre crisis alimentarias.

Tan solo el desempleo origina que una familia no pueda adquirir alimentos, y si la producción es igual pobre la cadena se detiene.

Países vulnerables como África se ven sensibles al tratar de resistir al coronavirus, sobre todo porque existen otras enfermedades como la desnutrición, a la que no se les está prestando la debida atención.

Alimentarse corresponde a todos los sectores, pero el más bajo, el más pobre, siempre resentirá esta acción.

De acuerdo con estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), al cierre del año se prevé que 83.4 millones de personas no cuenten con los ingresos suficientes para una canasta básica, sólo para México esta proyección podría alcanzar hasta 21.7 millones.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, apuntó que por lo pronto diez millones de niños en la región han dejado de percibir su principal fuente de alimento al no acudir a las escuelas y no tener acceso a las comidas que se distribuían por esta vía.

Esta situación pega más en las zonas rurales, y algunas colonias populares de estados que igual se mantienen en foco rojo de marginación como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla y Michoacán.

Además, la pandemia vino a encarecer ciertos artículos de la canasta como el huevo, frijol, tomate… algo que no perdona la población.

También se puede hablar sobre la afectación a la misma moneda, la cual se devaluó, aunque ya hay matices de una recuperación.

Por lo que se observa, mientras no se encuentre una vacuna para atacar el virus, esta crisis va para largo. Serán meses de mucha angustia tanto en la salud como en lo alimentario.

Es como un río caudaloso, revuelto, que trae consigo infinidades de partículas y enfermedades. Una prueba de resistencia para todos.

De acuerdo a Julio Berdegué, representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, el mayor riesgo se encuentra en la región sur, sureste del país, en las zonas rurales indígenas y en aquellas localidades, no sólo de México, sino de todo Mesoamérica, donde las remesas son también una fuerte nodal de ingresos para las comunidades agrícolas. Lo único que resta es prepararnos para el futuro cercano.

PARÉNTESIS

El escritor Carlos Monsiváis recomendaba a sus amigos que era urgente educarse contracorriente. Además de justificar la existencia. Y decía algo de su propia receta de formación: hay que ver buen cine, escuchar música, leer periódicos y libros, y escribir. (kundera_w@hotmail.com)