Pandemia y filosofía, un instante para cuestionarnos

En una conversación que sostuvo Javier Aranda con el filósofo David Vico en el programa Debate22, cuyo tema se ocupó en esta ocasión de nuestros pensamientos en el estado de soledad y aislamiento forzados por el COVID-19, el académico de la UNAM refería que a la filosofía se le ha dado la espalda, y que justo en la pandemia que se vive a nivel mundial podemos ver las consecuencias de tener casi en el olvido una de las asignaturas que han sido la base del pensamiento desde los filósofos griegos hasta los modernos.

Si ya Ricardo Garibay repetía hasta el cansancio que sin lectura no hay memoria reflexiva, mucho menos puede haberla sin un mínimo de filosofía en nuestras vidas. Y esto afecta profundamente la realidad que hoy vivimos aislados por el contagio de un virus que nos recuerda cuán endeble puede ser la raza humana, y cuán vulnerable ante el mal uso de las herramientas tecnológicas debido a lo mediático de la información en torno a este tema.

Decimos lo ´mediático´, ya que la falta de análisis en un mundo digital tan saturado por un alto porcentaje de desinformación, la noticia verdadera se extravía en esa gran marea, y muchas veces no nos detenemos a reflexionar sobre las fuentes de donde proviene, y mucho menos nos preocupa cerciorarnos de la veracidad y contribuimos a compartir la mentira o el rumor en aras de la popularidad que deseamos alcanzar para satisfacer la egolatría personal momentánea.

Hoy nos damos cuenta que no tenemos una formación filosófica que nos conduzca al terreno fértil de la duda, caemos demasiado fácil en la trampa sin hacernos el cuestionamiento necesario que verifique si esto o aquello que se ha dicho tiene un fundamento real, técnico o científico, y lo lanzamos al espacio cibernético creyendo que somos especialistas en la materia.

Ante la soledad a la que tememos y la desesperación causada por el miedo, una buena dosis filosófica ayudaría un poco a sentirnos como Diógenes, y soportar la tentación de poseerlo todo, darnos cuenta que en nuestra existencia no necesitamos tantas cosas a nuestro alrededor a como nos ha hecho creer la massmedia y su publicidad apabullante.

Una pandemia significa muerte, por lo tanto ausencia permanente. Pero también significa el caos, el control o descontrol que pudiera ser útil para tener a las masas. Es justo aquí donde la filosofía se torna necesaria, el pensamiento reflexivo que nos lleva a preguntarnos el porqué de los sucesos y el rumbo que debemos tomar si esto se vuelve contra la raza humana. ¿Es este virus causa del efecto invernadero? ¿Es el preámbulo de la catástrofe que nos espera ante el daño que le hemos hecho y aún no nos detenemos? Por lo pronto la Tierra toma un respiro. La cuarentena le sienta bien. Nos toca colocarnos en su lugar por unos meses, a ver si de esa forma podemos entender.

PARÉNTESIS

Trabajadores de Pemex igual se han visto afectados por el coronavirus. La empresa dio a conocer que se están tomando las medidas, implementando un modelo de prevención integral con el fin de minimizar el contagio. La campaña lleva por nombre “Pemex más cerca de ti”. El punto es que tanto trabajadores como derechohabientes no se sientan solos, de ahí el seguimiento al estado de salud de esa comunidad. No se pierda de vista que los trabajadores petroleros son en la actualidad una fuerza estratégica para el sostenimiento del país. (kundera_w@hotmail.com)