Caja de Pandora

El próximo 2 de enero tendrá lugar la elección del próximo presidente o presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)

El próximo 2 de enero tendrá lugar la elección del próximo presidente o presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y, en esta ocasión, dos mujeres buscarán obtener el máximo cargo en la administración de justicia de nuestro país.

  Las dos aspirantes femeninas, las ministras Yasmín Esquivel Mossa  y Norma Lucía Piña Hernández, cuentan con amplias en competencia, para el mismo cargo, frente a sus colegas Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Javier Laynez Potisek y Alberto Pérez Dayán. 

  Cabe mencionar, según la agencia CIMAC NOTICIAS, que estas dos ministras forman parte de las pocas mujeres que han ingresado al máximo tribunal de justicia. Apenas catorce en doscientos años.

   Será difícil pero no imposible. Cualquiera de las o los aspirantes que resulten electos, debe conseguir cuando menos seis votos: de no ser así,  será necesario una segunda vuelta con los dos candidatos o candidatas que logren el mayor número de votos en la primera ronda.

   La elección de la presidencia de la SCJN se realizará el 2 de enero de 2023 en la Ciudad de México y la persona que resulte electa, tomará posesión de tan alto cargo inmediatamente después de su elección y rendirá protesta como presidente ante el pleno 

    La ministra Yasmín Esquivel Mossa es licenciada en Derecho, diplomada en Gobierno y Administración Pública; especializada en Derecho Administrativo. También es Maestra en Administración de Instituciones Educativas y Doctora en Derecho, cuenta con más de 35 años de trayectoria como servidora pública, en los tres niveles de gobierno y en los últimos 22 años se ha desempeñado en el ámbito jurisdiccional.

  Alguna vez ya fue propuesta para ingresar a la SCJN y en 2021, fue nombrada Presidenta de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para el periodo 2021 – 2022. 

    Su propuesta para la presidencia de la SCJN, de llegar a obtener la más alta magistratura, incluye: un modelo de trabajo a través de Comités de Ministras y Ministros; la creación de otro  comité encargado de mantener un diálogo constante con la ciudadanía y  un nuevo portal de transparencia con enfoque exclusivo en el gasto público y el uso de recursos materiales en la SCJN.

  En favor de la igualdad de género dentro del sistema federal de justicia, pretende, sostiene, reforzar el fomento de políticas que combatan los estereotipos de género, promuevan un trato igualitario y tolerancia cero al acoso sexual, continuar políticas públicas para eliminar las barreras de género que permanecen en la suprema institución de justicia e impiden a las mujeres ascender en la carrera judicial y dar continuidad a políticas de cero tolerancia en el combate al acoso laboral y sexual. 

  La ministra Norma Lucía Piña Hernández es licenciada en Derecho con especialidad en Psicología Social y Comunicación, también  en Derecho Constitucional y Administrativo en la División de Estudios de Postgrado en la  UNAM y pasante en la División de Estudios de Postgrado en  la especialidad.

  Se ha desempeñado como titular en los juzgados Tercero de Distrito en el Estado de Morelos, en el quinto de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal, como Magistrada en el decimocuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito y magistrada en el Vigésimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito. 

POR LA IGUALDAD

   La propuesta de la ministra Norma Lucía Piña Hernández, de ocupar la presidencia de la SCJN sería: consolidar la actual Unidad General de Igualdad de Género de la Suprema Corte como un espacio de alto nivel de reflexión y conocimiento interdisciplinario, que dé cabida a distintas corrientes feministas y de diversidad sexual.

   Desarrollar medidas que garanticen la no discriminación, la accesibilidad e inclusión apegadas al modelo de derechos humanos de la discapacidad y adoptar medidas para garantizar el acceso a derechos humanos, a la justicia y al debido proceso hacia los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas.

  Para el combate a la corrupción un nuevo acuerdo general que agilice, actualice y simplifique la regulación en las etapas de investigación, substanciación y resolución, con énfasis en el respeto al principio de autonomía y separación de funciones y la emisión de una normativa que, de manera clara y precisa, permita regular las obligaciones de las servidoras públicas en materia administrativa y jurisdiccional. 

 Según información de la SCJN, María Cristina Salmorán de Tamayo, hace más de 60 años, se convirtió en la primera ministra de la SCJN. Hoy, Las agrupaciones feministas del país guardan esperanzas de que el arribo de una mujer a la primera magistratura signifique el cambio estructural y moral que está exigiendo el pueblo mexicano en el sistema de justicia.