PARADEROS

EL PODER NO PUEDE SER ETERNO

El PRI conmemoró el 4 de marzo sus 94 años de fundación. Fue un proyecto que se pensó eterno como una “dictadura perfecta”, pero fue rebasado por la realidad. Casi llegó al siglo de su poder en algunos sitios, como el Estado de México. Se ha camuflado para buscar seguir con otros colores y marcas. La subcultura priista se extendió a otros partidos y se aferra a lo que cree su destino manifiesto. Pero son otros tiempos, ya no hay sitio para un partido omnipresente y omnipotente. Morena no podrá ser otro PRI, no debe serlo. Requiere democracia, porque la carencia de ésta fue la que acabó con el tricolor.