Partidos políticos: ¿con o sin efectos?

Partidos políticos: ¿con o sin efectos?

Puntos suspensivos

Partidos políticos: ¿con o sin efectos?

Wilber Albert

Ya nada es como antes. Los viejos tiempos en que la palabra del PRI –partido hegemónico- era incuestionable quedó atrás. Y aunque quedan unos cuatro estados en los que el tricolor sigue siendo imbatible, Tabasco dejó de ser desde el 2012 una entidad de partido casi único. La alternancia llegó para quedarse. Es por eso que cualquier intento de volver a reeditar las prácticas de la uniformidad están destinadas al fracaso. Todo lo que sigue será plural, diverso, o no será.

En Tabasco, la elección que viene para el 2018 desde ahora presenta varias aristas. Una de ellas son las alianzas que ya se negocian entre partidos, aunque al pasar los días nos encontramos con sorpresas. Las circunstancias son tan cambiantes que los pronósticos duran cada vez menos. Es más difícil predecir el futuro político que el clima.

El PRI, con todo y su simbolismo interno fue perdiendo fuerza. Como militantes se olvidaron de la disciplina, además de aquella unidad que mostraban cuando el proceso electoral estaba cerca, porque todos se iban con el candidato elegido. Iban a la segura.

Pero se les terminó el poder absoluto, donde la lucha era entre los propios priistas. Ahora, al presentárseles diversas opciones, pueden emigrar sin que sean perseguidos, o en su caso, vetados políticamente.

Mientras el PRD, que desde el 2012 llegó a ser gobierno, lucha por mantenerse ante una real amenaza llamada Morena, partido que salió de su costilla y trae un solo “efecto”: Andrés Manuel López Obrador, quien recientemente rechazó la mano del solaztequismo nacional, escogiendo a un diminuto “amigo”: el Partido del Trabajo, lo que se replicó en la entidad.

Y hablando de sorpresas, aunque están guardadas en una caja de cristal tan frágil como las promesas de campaña, hace unos días el dirigente del PVEM, Federico Madrazo, dejó ver que el partido que dirige explorará acompañar al PRD para el año que viene, dejando a un lado su alianza tradicional con el PRI.

En esa misma sintonía está el Acción Nacional, que no supo aprovechar cuando estuvo en el poder a nivel nacional para crecer en el estado, y hoy busca al PRD, pidiendo espacios en el congreso local.

Estamos ante unas elecciones que se presentan atípica, donde todos buscan compañía. Aunque Roberto Madrazo Pintado, de forma maliciosa, haya dicho que López Obrador puede ganar solo.

En el caso particular de Morena, el partido más joven, no sólo tiene el reto de saber seleccionar a sus candidatos, sino lograr en tiempo récord una estructura competitiva. Confiarse que en la boleta aparecerá el nombre de López Obrador es como apostarle a la suerte.

PARÉNTESIS

Los tiempos de la ley no son los de los deseos populares. Transcurridos más de cuatro años de que concluyeron sus encargos Beatriz Luque y Deyanira Camacho, ex titulares de Educación con Andrés Granier, fueron sancionadas con multas económicas e inhabilitación por cinco años para ocupar cargos públicos. Y pensar que la señora Luque buscó ser diputada de la coalición PRI-PVEM-Panal.