Percepciones mediáticas y 4T: batalla por el cambio, sesgo político y libertad

Percepciones mediáticas y 4T: batalla por el cambio, sesgo político y libertad

EL HISTORIADOR Lorenzo Meyer –quien con AMLO en la oposición fue un documentado defensor de la propuesta de izquierda, lo recuerdo para tranquilizar extremos- expresó el dilema comunicativo de la denominada Cuarta Transformación (4T): ¿por qué insiste el Presidente en retomar notas periodísticas que, al ser ataques sin datos, pasarían desapercibidas? (Rompeviento TV, septiembre 11). 

La pregunta es pertinente. Las conferencias presidenciales funcionan con paradoja inquietante: “la magnificación de especulaciones mediáticas y datos no corroborados que, al citarlos el Presidente, cobran nivel de escándalo”. 

Con ello, argumentó Meyer, las conferencias mañaneras sirven de publicidad a medios proclives a la crítica sistemática. Ha servido, es cierto, para “posicionar” a otros personajes ahora dedicados al aplauso sistemático, pero este es otro tema. Siguiendo el dicho de Meyer, de ahí a la provocación, media un paso: “AMLO debe pensar ya en el costo político de esa estrategia comunicativa”, advirtió.

Con Meyer estuvo el periodista Fabrizio Mejía, quien reconoció “el riesgo de caer en la provocación”, al tiempo que defendió “el derecho del Presidente a seleccionar información y criticarla, ejerciendo su libertad de expresión”. Reviró Meyer: “No estoy seguro de que exista selección. López Obrador gusta de todas las situaciones de debate. Así magnifica a sus adversarios, que andan de capa caída”. Y Mejía dijo: “de eso trata una transformación, y la democracia gana”. 

El debate sobre percepciones mediáticas y 4T cobrará más intensidad conforme se acerque la elección federal de 2021, la mayor de la historia: 3 mil 500 cargos de elección popular en disputa, el estratégico Congreso de la UNIÓN, 15 gubernaturas y un mil 926 municipios en 30 estados. Muchos políticos querrán su mención, sin cobro de publicidad, en Palacio Nacional.

HONESTIDAD Y CONTEXTO   

MORALEJA: “Uno no es honrado porque lo vigile un policía”. Con esta idea que apela a la decencia sin coacciones legales, queremos precisar el recorrido por las percepciones mediáticas que rodean a la 4T. El autor de la frase, Fernando Von Rossum, leyenda de la crónica deportiva en México, definió el momento que vivimos con tono de analista: “el actual gobierno quiere detener una locomotora de corrupción, de 70 años o más. No es fácil lograr cambios de esta magnitud en el segundo año del sexenio”. 

Para Von Rossum, entrevistado por Javier Alarcón en You Tube, “la corrupción en gran escala fue atajada por este gobierno. No todos los políticos son iguales, como muchos medios quieren hacernos creer”. El cronista deportivo habló como ciudadano que observa elementos significativos de cambio político. 

Los cambios se visibilizan de forma accidentada en las conferencias presidenciales. Viernes 11 de septiembre: AMLO le hace espacio a las 8 columnas de Reforma: “Se ‘esfuman’ 223 mdp del terruño de AMLO”. Se ligó ese titular a la renuncia del Cabildo en Macuspana. La respuesta del Presidente fue excesiva (“pasquín inmundo”, “periodismo vil”), como excesivo resultó el titular de Reforma, pues todavía no se abordan legalmente las cuentas públicas de Macuspana 2019 y 2020. Esa información la dio el vocero Jesús Ramírez, luego de consultar al gobernador Adán Augusto Santiago, a petición expresa del Presidente. 

Este tipo de episodios crece (volvemos a Meyer) y AMLO quiere transparencia a toda costa (refiere Mejía). Ante señalamientos con dolo -cuñada de AMLO despachaba en Macuspana- el Presidente no se corta. Le sobraron adjetivos. Con los hechos basta: se combaten los atisbos de corrupción. “Si protegiera actos de corrupción, no se hubiera removido al cabildo en Macuspana. Pero eso sí: la rectificación de Reforma, si la hace, va a ir en la página catorce”. 

El Presidente visualiza que la estrategia de aclarar paradas resulta la mejor opción para enfrentar críticas sistemáticas. Sin embargo, en el “todos contra uno y uno contra todos”, la República cae en conflictos artificiales, mientras los problemas reales esperan.                             

LEGITIMIDAD Y (FALTA DE) MEMORIA    

LOS CASOS de las revistas culturales Nexos y Letras Libres acaparan atención. En la conferencia del miércoles 9 de septiembre, hubo recuento/investigación 2006-2018 de “publicidad otorgada, suscripciones vendidas al gobierno federal, contratos editoriales y capacitación a funcionarios”. La imagen que se desprende es de empresas culturales privilegiadas. Mandarinatos de largo aliento. No hubo datos de los sexenios de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo. 

Un comunicado de Letras Libres, que dirige el historiador Enrique Krauze, denunció “la difamación desde la más alta tribuna de la nación, para distraer de los 69 mil muertos por la pandemia”. Se establece que “la información es pública y legal”. Al final se dice: “No nos intimidarán”. 

En entrevista para La Octava (septiembre 10), Rafael Pérez Gay, director de la editorial Cal y Arena/Nexos, sostuvo: “la multa de la Secretaría de la Función Pública contra Nexos, y la exhibición en Palacio, son acoso político”. En ese mismo espacio, Paco Ignacio Taibo II recomendó a Krauze y Aguilar Camín “que se queden calladitos en su esquina, o se cambien de país”. Cuando mentes lúcidas llevan el debate a esos extremos –acoso y exilio- algo grave sucede en la república. ¿Qué más veremos? Mesura, para que la razón se imponga.    

(vmsamano@hotmail.com)