OPINIÓN

PLANO TANGENTE
11/05/2025

NOS FALTAN MAESTROS

«Estoy en deuda con mi padre por vivir, pero con mi maestro por vivir bien».

Alejandro Magno

 

Las cifras oficiales emitidas por la Secretaría de Educación de Tabasco (SETAB) pintan un panorama aparentemente estable en cuanto a la dotación de personal docente. Se informa de la existencia de aproximadamente 21,450 profesores dedicados a la formación de 524,094 alumnos en los niveles de educación básica. Este dato, en primera instancia, podría sugerir que el estado cuenta con la capacidad instalada para atender las necesidades educativas de su población infantil y adolescente. Sin embargo, esta visión contrasta drásticamente con las voces que emanan de las organizaciones magisteriales y de padres de familia, quienes advierten sobre una realidad mucho más compleja y preocupante: la persistente falta de maestros en las aulas tabasqueñas.

Se requieren alrededor de 200 nuevas plazas docentes para cubrir las necesidades en todos los niveles educativos. Esta cifra, aunque pueda parecer modesta en comparación con el número total de profesores, representa un déficit significativo que impacta directamente en la calidad de la enseñanza y la atención individualizada que los estudiantes merecen.

La escasez de docentes no se limita a la educación básica; el nivel medio superior también enfrenta desafíos significativos. Alumnos de bachillerato han reportado problemas de compactación de grupos, una estrategia que busca paliar la falta de profesores pero que inevitablemente repercute en la atención personalizada y la calidad de la enseñanza. Asimismo, la carencia de docentes en algunas materias específicas genera vacíos en la formación de los jóvenes. Las deficiencias docentes alcanzan incluso al nivel superior, específicamente a las instituciones públicas.

Los municipios donde la escasez de maestros se presenta de manera más aguda, además de la capital (Villahermosa, Centro), incluyen a Jalpa de Méndez, Nacajuca, Huimanguillo y Tacotalpa. Estas zonas, caracterizadas por ser rurales y semiurbanas, han experimentado retrasos significativos en la asignación de personal docente, lo que agrava las desigualdades educativas. También se han reportado faltantes en municipios como Cunduacán y Comalcalco, así como en comunidades más alejadas del sur y sureste del estado. Estas áreas remotas son, en general, las que enfrentan mayores dificultades para cubrir las plazas escolares. Líderes de padres de familia estiman que entre 100 y 150 maestros hacen falta tan solo en las primarias de estas comunidades apartadas. En contraste, en las áreas urbanas (comarcas y cabeceras municipales) los problemas tienden a ser más puntuales, pero no alcanzan la misma escala generalizada que se observa en las zonas rurales.

La persistente escasez de docentes en Tabasco no es un fenómeno aislado, sino el resultado de una compleja interacción de factores estructurales. Un factor crucial son los recortes presupuestales y la lentitud en los procesos de jubilación. Sindicatos magisteriales han señalado que en la gestión previa se argumentaba la "falta de recursos económicos" para la creación de nuevas plazas, y que las jubilaciones se han retrasado como una medida para postergar la salida de docentes, lo que a su vez ha frenado el ingreso de nuevos maestros al sistema educativo.

Las condiciones laborales y la emigración de profesionales también juegan un papel importante en el tema. El Grupo Especial sobre Docentes de la UNESCO ha observado que el abandono de la profesión está directamente relacionado con la falta de incentivos financieros, las malas condiciones laborales, las elevadas cargas de trabajo y el insuficiente apoyo administrativo. Estas condiciones dificultan la atracción y retención de maestros en Tabasco, especialmente en las zonas más apartadas y con mayores desafíos. Aunado a ello, algunos docentes optan por buscar mejores oportunidades laborales en otras regiones del país o incluso en el extranjero, lo que agrava aún más el déficit de personal calificado en las aulas tabasqueñas. La combinación de estos factores estructurales genera un escenario complejo que requiere soluciones integrales y a largo plazo.

La ausencia de maestros tiene un impacto directo y negativo en la calidad del aprendizaje y la equidad educativa. Estudios internacionales han advertido consistentemente sobre las graves consecuencias que la falta de docentes tiene en el desarrollo académico del alumnado. En Tabasco, esta situación se traduce en materias sin impartir, esquemas horarios incompletos y una atención educativa deficitaria. Además, el déficit de maestros crea y amplía las desigualdades educativas. Al concentrarse en escuelas rurales con escasos recursos, se profundiza la brecha entre los alumnos de estas zonas y aquellos que asisten a escuelas en áreas urbanas. Docentes y expertos locales también advierten que, si el problema persiste, se resentirá aún más la equidad, ya que los niños de las comunidades más alejadas tendrán un acceso limitado a una educación completa y de calidad, mientras que en las ciudades las vacantes podrían cubrirse con mayor rapidez. Para prevenir esto hay que voltear a las razones por las que la gente no se esté decantando por la docencia y, por supuesto, valorar y redoblar el reconocimiento de las y los profesores.

(jorgequirozcasanova@gmail.com)





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