Pobreza en Tabasco: De padres estériles hijos estériles

Pobreza en Tabasco: De padres estériles hijos estériles

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Pobreza en Tabasco: De padres estériles hijos estériles

Las religiones, que nacieron para consolarnos de la certidumbre de tener que morirnos, se volvieron con el tiempo una gran excusa para justificar que nos matáramos unos a otros. O para ganar votos, como es el caso. Andrés Manuel López Obrador, que tiene un partido legalmente registrado que se llama MORENA, y cuyos seguidores más acérrimos se proclaman ateos, o de perdida agnósticos, registró su candidatura a la Presidencia de la República el día de la Virgen de Guadalupe. Pero eso sí, el electorado es mayoritariamente guadalupano y eso no se puede soslayar de ninguna manera así que la veta religiosa hay que explotarla aunque no sirvan las razones para explicar ese fenómeno. Poco se habló de la pobreza o la miseria a lo grande de la que nos servimos con la cuchara grande en este país. Los griegos antiguos, que son los de verdad, pensando frente a la mar ancha y grande, debajo de una higuera, supieron tres veces más que nosotros. Por eso creían en las tres Parcas, no en una sola dama. Lo sabíamos por el más doloroso de los medios de conocimiento, que es la experiencia, pero ahora lo confirma la benemérita organización Cáritas México: el trabajo no saca de pobre a nadie que no haya sabido buscarse otra salida. Hay que agradecerle a ese animoso grupo su sinceridad, porque además de basarse en algo tan dificultoso como el amor al prójimo, se fundamenta en la estadística: más de la mitad de las personas que acude a Cáritas vive en hogares donde algún miembro tiene la doble suerte de tener trabajo y conformarse con que le paguen muy mal por realizarlo. Aterrizando el informe en nuestro estado ocurre que los menesterosos no pueden lamentarse por no haberlo encontrado, pero tienen todo el derecho para decir que el que encontraron no les llega ni para las tortillas ni para las botanas, que son dos cosas igualmente necesarias. Tabasco es un estado de famélicos que trabajan y tienen que solicitar ayuda para llegar exhaustos a fin de mes. No se trata de vagos, gremio que respeto personalmente muchísimo y que si no envidio es porque nunca he sabido envidiar, son personas que se inflan de trabajar viendo cómo los que engordan son otros. Mientras, nos cuentan que la recuperación económica va a ir muy bien en el 2018 con las elecciones y hay que seguir por el mismo camino. A la salida nos veremos.

Por Antonio López de la Iglesia