Poder Judicial: defensor de intereses creados

En días pasados magistrados de la Suprema Corte criticaron al presidente de la República

En días pasados magistrados de la Suprema Corte criticaron al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Dijeron que, con sus declaraciones, está haciendo injerencia en el Poder Judicial y que está atentando contra la División de Poderes garantizados por la Constitución. Les recuerdo a esos magistrados, que al parecer padecen amnesia o ignoran la historia de nuestro país, que tanto el Poder Judicial como el Poder Legislativo en México siempre estuvieron subordinados al Poder Ejecutivo, incluyendo hasta Peña Nieto, y que el poderoso jefe del Ejecutivo jamás respetó la División de Poderes.

Desde los años de bonanza del presidencialismo todopoderoso, los diputados y senadores eran sólo levanta dedos en la Cámara, su función era acatar las órdenes del ejecutivo. En aquellos años del presidencialismo surgido desde los tiempos de don Lázaro Cárdenas, el presidente era una especie de monarca, de padre generoso y autoritario a la vez. Estaba investido con un halo místico de divinidad intocable al que no se le podía cuestionar, ni contradecir.

¡Qué día el poder legislativo y el judicial se iban a oponer a las órdenes del señor presidente! ¡Qué día los medios televisivos y escritos se iban a atrever a cuestionarlo, mucho menos a insultarlo y calumniarlo! como hacen hoy contra el presidente Andrés Manuel López Obrador desde El Universal o El Reforma, por ejemplo.

El Poder Judicial, siempre fue obediente al Poder Ejecutivo en los años de ese férreo presidencialismo, jamás ningún magistrado protestó porque el jefe del Ejecutivo no respetara la división de poderes. Con las privatizaciones masivas del patrimonio nacional que, por encima de la Constitución, hizo Carlos Salinas de Gortari, el Poder Judicial ni metió las manos, ni protestó, sólo acató instrucciones de Salinas al igual que el Congreso de la Unión.

Con la privatización de la banca por Salinas y su entrega a capitales extranjeros por Zedillo se violó la Constitución, el Senado sólo levantó el dedo obedeciendo al Ejecutivo. El Poder Judicial, a las órdenes de Salinas, ni chistó, ni dijo nada, no movió ni un dedo para evitar la privatización arbitraria, ilegal, de la banca, ni se opuso a la entrega de los bancos a los extranjeros. Esta privatización hundió a México, a todos los mexicanos con el FOBAPROA: ésta es la deuda más grande en que los neoliberales embargaron a todos los mexicanos. De todo ello el poder judicial ni movió un dedo para evitarlo.   

En los recientes sexenios el Poder Judicial siguió estando a las órdenes de toda la mafia que se consolidó en torno al neoliberalismo y hoy sigue sirviendo a los intereses credos por esa mafia neoliberal. Sin ningún empacho, sin recato alguno el Poder Judicial es cómplice hoy, de manera cínica e inmoral, de esos sucios intereses: todas las propuestas de reformas enviadas por el presidente Andrés Manuel, para bien de la Nación, son rechazadas de manera sistemática por ese corrupto poder judicial.

Y no pueden obrar de otra forma porque esas reformas afectan los turbios intereses que los mismos magistrados de la Suprema Corte hoy protegen, como si fueran cómplices. Repito, el Poder Judicial en México sólo sirve hoy para tapar toda la podredumbre e injusticias cometidas por esa mafia como el asesinato de Colosio o la tragedia de Ayotzinapa.

Hoy que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, está destapando la cloaca en que los neoliberales convirtieron a México, el Poder Judicial, de manera sistemática, rechaza todas las iniciativas y propuestas de reformas del Poder Ejecutivo. Los magistrados se resisten a que se haga justicia, se cumpla con la Constitución y se afecte los intereses que tanto ellos protegen; los magistrados recurren a una supuesta independencia que nunca han tenido, como si ignoráramos la subordinación y el papel servil que jugaron con los anteriores presidentes neoliberales incluyendo a Calderón y Peña Nieto.

Ya lo dijo el presidente de la república en La mañanera del pasado 30 de agosto, dijo: “El Poder Judicial es aún campo de corrupción”; “Es una burbuja que representa grupo de intereses creados”; dijo que: “los jueces defienden a grupos de intereses creados y a empresas extranjeras como parte de un andamiaje jurídico que se creó para defender las privatizaciones”.

López Obrador agregó: “Tengo mucha confianza al fiscal y al presidente de la Corte y a algunos ministros. Pero la mayoría de los integrantes del Poder Judicial no son gente caracterizada por la honestidad”. Parafraseando a Obregón dijo que la mayoría de los miembros del poder judicial no resisten cañonazos (de 50 mil pesos oro), no resisten las tentaciones o son representantes de grupos de intereses creados, no representan al pueblo …”.

Y hoy, el presidente de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación, Froylán Muñoz Alvarado, de manera cínica y protegiendo el pasado reciente, se queja que López Obrador, con sus declaraciones, atenta contra la división de poderes, una división de poderes que sus jefes y cómplices neoliberales jamás respetaron pero que ahora le exigen a AMLO que respete. ¿Cómo la ven?