PODER POLÍTICO

“No se hagan bolas…”

Mucho se ha debatido sobre una reducción en la Cámara de Diputados federal de las actuales 500 curules a cuando menos 400 y el Senado de 124 a 96 escaños, procedimiento aplicable también a los estados; sin embargo, en vista de tener en la actualidad mayoría simple el partido gobernante, recobra validez los legisladores asignados por representación proporcional como contrapeso a la función inherente del Congreso de la Unión, garante de un actuar republicano.

Las bancadas legislativas de los diferentes partidos se necesitan mutuamente en el consenso para emitir las necesarias leyes y -aún más- las modificaciones constitucionales, que requieren de las dos terceras partes en el Congreso de la Unión y los locales.

No se trata de una confrontación entre mayoría y minorías ni vencedores y derrotados, como ocurre en las competencias deportivas, sino que de esos pensamientos ideológicos distintos cabildeados obtener la mejor versión para abonar a un mejor México, a la prosperidad de las 32 entidades estatales  integrantes del Pacto Federado. 

En el período presidencial de Adolfo López Mateos, a los 300 diputados emergidos del voto directo –esencia del texto originario constitucional de 1917- incorporaron una representación minoritaria a través de la creación de los diputados de partido que luego con José López Portillo se incrementó de 25 a los 100 y posteriormente con Miguel de la Madrid aumentó los actuales 200 asignados ahora por listas regionales.

El Congreso de la Unión, la cámara de diputados –igual que las locales- representan la voluntad popular, léase a la ciudadanía, mientras que el Senado es vigilante de la soberanía de los estados. En los hechos no ocurre así al obedecer en el fondo a los intereses de su partido.

Por estos motivos ya no tienen sentido los legisladores por el principio de representación proporcional llegados a la madurez democrática, una vez que la mayoría en la cámara de diputados renovada en 1997 dejó de ser un apéndice para tener independencia opositora respecto al Presidente de México, en este caso con Ernesto Zedillo, hasta prolongarse con Vicente Fox, Felipe Calderón y todavía con Enrique Peña Nieto.

La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a propósito de los diputados por el principio de representación proporcional, se pronunció el 11 de abril de 2017 porque estos legisladores si bien fueron asignados mediante lista de un partido en su actuar -como los 300 de mayoría- obedecen al interés popular, a las colectividades sociales y no de una facción.

La sentencia correspondió a un recurso de reconsideración que en la cadena impugnativa promovieron las bancadas del PRI, Morena y PVEM, en el estado de Tabasco promovieron en reclamo de que esas posiciones que pasaron al PRD les pertenecían, en virtud que reclamar electoralmente le fueron adjudicadas y no al candidato; la máxima instancia jurisdiccional resolvió que una vez en el encargo los legisladores obedecen al interés popular.

El Congreso de la Unión, senadores y diputados, al igual que las legislaturas locales, deben tener presente que aun cuando llegaron a esa investidura por su correspondiente partido no se deben sino a la soberanía popular, a los votantes.

Los Congresos, el de la Unión y los 32 locales -sobretodo aquellos en la veintena que domina Morena, incluido Tabasco-, no se pueden dar el lujo de dilapidar el bono democrático para honrarle en la manera de ejercer la función pública, encuadrada en la 4ta Transformación proclamada por el Presidente de México. 

¿Harán historia?

La LXIII Legislatura en funciones de  la Cámara de Diputados en el Congreso del Estado de Tabasco tiene ante sí el desafío de capitalizar una sustantiva productividad, de modo que con ello se tenga una mejor capacidad de maniobra en la administración pública local y municipal, para dinamizar el desarrollo y crecimiento socioeconómico para el bien común.

El Congreso en las elecciones del uno de julio de 2018 se tiñó del color de Morena al triunfar en las 21 diputaciones de mayoría, con el efecto paisanaje del hoy Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, para relegar a las diputaciones plurinominales la oposición del PRD, PRI y PVEM, que libraron el umbral mínimo del tres por ciento de votación.

Beatriz Milland Pérez, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, y sus operadores han tenido hasta ahora la capacidad de cabildear reformas trascendentales; entre éstas desaparecer el fuero constitucional a los funcionarios público, además de reducir al 50 por ciento el financiamiento a los partidos, al igual que se emitió la Ley de Trabajadores al Servicio del Estado.

Igual  reformó las leyes orgánica del Poder Ejecutivo y la propia del Congreso, en su caso también para realizar ajustes a las comisiones que de 30 se quedó en sólo 19, haciendo a un lado la ociosidad de muchas.

En trabajo de comisiones se tienen las iniciativas de Ley Orgánica de los Municipios, la iniciativa a la Ley de Salud,  la iniciativas de Ley de protección a  personas adultas y la correspondiente al Código Penal, por mencionar algunas. Sin embargo, aún falta por hacer…

Bitácora

El respeto a la división de poderes, federal y en sus estados, da la pauta para la prosperidad de México; incluido Tabasco por el cual -guste o no- transita la 4ta Transformación. 

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