Por el bien del Frente, se debe revisar…

Mientras Enrique Ochoa Reza asegura con los números de sus encuestas que el Frente se desmorona, y AMLO los tacha de montoneros y serviles a la mafia del poder, los precursores de esta opción política y los críticos y analistas políticos saben que el Frente es una alternativa viable y con amplio rango de competencia, peroooooo (un pero muy grande) ello condicionado a que logren sortear con audacia quirúrgica lo más importante y elemental que es la definición del Candidato que los representaría en 2018.

La lucha intestina al interior que hoy mantienen, puede ser una ventana de oportunidades para que sobre la mesa se lancen las posiciones, condiciones, acuerdos y alcances de la participación política de todos los interesados, si logran desmenuzar, afianzar y aceptar en su mayoría el pacto, el Frente se catapultará como una opción que de inmediato aglutinará a los millones de mexicanos antipriistas y a los que le tienen pavor a un México en manos de López Obrador.

La estrategia de los tres dirigentes (Anaya, Barrales y Delgado) ha sido clara: mandar mensajes a través de propuestas y de la agenda político social a desarrollarse, para así mantener en el imaginario colectivo que el Frente está vivo y goza de cabal salud; que muy a pesar de los naturales jaloneos internos, las energías están puestas en la construcción de una opción ciudadana que aglutine las voces de todos y más aún el compromiso y apoyo de la mayoría para que en las elecciones del año próximo se construya el gobierno de manera plural, incluyente y con amplio sentido social; en síntesis ante la revuelta interna, a la sociedad le están diciendo estamos enredados, paro ciertos de que con la audacia política que tenemos, podremos presentarle un producto final visible y palpable, ósea el Frente se aferra a construir algo que los meta de lleno a la pelea.

El poder de los números seguro es que en Ricardo Anaya y Miguel Ángel Mancera les demuestra que será más viable competir (y ganar) como candidato frentista que como candidato Panista y Perredista respectivamente; las encuestas marcan que el PAN con la salida de Zavala perdió fuelle, y que el PRD de la mano de Mancera (Graco nunca fue opción y Silvano abdico desde hace rato hacia Moreno Valle) en los mejores escenarios alcanza un 9% de intención del voto. Un panorama devastador, más cuando se comparan las encuestas donde en algunas el FCM aparece a la cabeza o en segundo lugar presionando fuerte a AMLO.

Faltan 216 días para las elecciones presidenciales, pero para el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano los próximos 15 días serán los más importantes en su historia política contemporánea; me atrevo a sintetizar que en la construcción de la candidatura Presidencial, Ricardo Anaya Cortes y Miguel Ángel Mancera Espinosa se juegan su futuro político y más aún, el futuro de millones de mexicanos, de ese tamaño es la responsabilidad político- social que tienen.

En mi punto de vista, ante el “enfrentamiento” y emplazamiento público de Mancera, bien haría Ricardo Anaya en revisar el proceder de Roberto Madrazo, quien fungió como juez y parte, se hizo de la candidatura y termino tercero muy relegado y con un partido desmembrado.