Y escogí ser testigo de la

historia. Pero no escogí

lastimar a veces con palabras,

con textos obligados, testimonios

que un día serán balance,

definitiva cuenta ante

mí mismo.

En mis 55 años de periodista profesional —fui otros años amateur, en periodismo estudiantil—, he visto muchas entregas de premios y los he recibido por mi ejercicio de prensa y mi actividad en la cultura.

He sido testigo de preseas efímeras, al calor del ejercicio del poder o el tiempo de un gobierno: reconocimiento a veces, cooptación o pago de prebendas, otras, en los casos de esta profesión de ayudantes de campo de la historia.

Premios que caen en el olvido por su mismo carácter de intereses malsanos: a veces se eleva la basura con los vientos sexenales.

Otros premios fuera del ámbito de prensa también se mandan al basurero. Unos entregados por los gobiernos estatales, otros por alguna legislatura del Congreso y hasta por algunos ayuntamientos, que exhiben en sus muros esos

olvidos.

Premios que honran al gremio de prensa, realmente, no son aquellos que el poder ha instituido para pagar favores —y a veces vergonzantes sumisiones—, sino los que se entregan de periodista a periodista, como el Premio México de Periodismo “Ricardo Flores Magón” convocado por la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, A. C. (Fapermex) y el Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo (Conalipe A.C.) y, ya caducado, el de la Unión de Periodistas Democráticos (UPD), por citar algunos.

A esta ligera reflexión me obligó ayer jueves asistir a la rueda de prensa convocada por la Asociación Tabasqueña de Periodistas (ATP), en la que su presidente y secretario, Luis Antonio Vidal y Fernando Valdez, dieron a conocer que el próximo martes 7 de junio esa agrupación entregará el Premio “Palabra Libre” a compañeros periodistas por su constancia, dedicación, empeño y trayectoria en este quehacer cotidiano.

En esta primera edición recibirán la presea los compañeros Iván Hernández, Esmeralda Collado, Alicia Mateos Barroso y Leobardo Pérez Marín.

Así mismo, por su trayectoria en el periodismo, se reconocerá a Luis García de la Cruz, director del diario avance, por 40 años en la profesión; y a Salvador Fernández Nieto, por su profesionalismo en 45 años de periodista.

El premio consiste en una figura elaborada en resina por el escultor tabasqueño Maximino Villagómez Perea.

Palabra Libre, es el mejor nombre del galardón que se puede dar a un periodista. Y, como el Premio México de Periodismo “Ricardo Flores Magón” tienen vida para mucho pues es reconocimiento entre pares, no prebenda ni castigo.

¡Que así sea!