Preparen sus asientos

En febrero de 2014 la prestigiosa revista TIME presentaba en su portada una foto muy estilizada del entonces mandatario mexicano

En febrero de 2014 la prestigiosa revista TIME presentaba en su portada una foto muy estilizada del entonces mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, vestido, adornado, exaltado con la contundente frase "Saving Mexico”.

Eran pues los tiempos en que las negociaciones, gestiones, maniobras y acuerdos habían hecho una realidad todas las reformas estructurales planteadas en el denominado PACTO POR MÉXICO, una suerte de triunfo monumental para una administración priista que tenia escasos dos años que había retomado la silla presidencial, perdida por 12 años en manos de la derecha; el “mexican moment” había llegado y lo había hecho de la mano de la genialidad, jovialidad y juventud de una tecnocracia que dijo iba a “Mover a México”, por ello en el papel couche de la mas importante revista del mundo occidental, el articulista remarcaba el logro legislativo impulsado desde Palacio Nacional con la siguiente frase: "Cómo las radicales reformas han cambiado la narrativa de un país manchado por el narco", pero desde aquellos años, desde la calle, en las plazas públicas y en cualquier foro, AMLO denunciaba que aquello en realidad debería conocerse como el “Pacto contra México” y que las reformas estructurales solo significaban la privatización y concentración en un pequeño grupo privilegiado, respecto de los bienes nacionales, y por ende un crecimiento exponencial de la corrupción.

Al pacto e impulso de las reformas constitucionales y la expedición de normas secundarias confluyeron casi mayoritariamente las fuerzas políticas de representatividad parlamentaria, era pues un festín, que en los debates si tuvo uno que otro matiz, disonancia o contrapropuesta que fue “mayoriteada”, para que en el fondo terminará aprobado bajo los estándares y premisas que los tecnócratas del sótano de los pinos, habían planteado; en los años venideros no paso casi nada con los efectos positivos prometidos (y la caída del priismo, permitió que todos esos intentos se cortaran de tajo), a pesar de que el presidente Peña Nieto la pintó como la panacea y como el cuerno de la abundancia, no le alcanzó el tiempo; hoy se percibe que ese grupo que domino por seis años al país, entrará a una etapa dificilísima, ya que la llegada y cooperación de Emilio Lozoya dinamitará el entorno político mexicano, “un temblor político” es lo que se viene, en palabras del senador Ricardo Monreal.

Mientras las especulaciones están a la orden del día, muchos ya se preparan con palomitas, golosinas y refrescos para saciar el morbo y la diversión al ver las videograbaciones que Lozoya tiene como arma de protección para no cargar con la total responsabilidad de corrupción, malversación de fondos y enriquecimiento ilícito, en tanto a otro gran segmento, la revelación de la existencia de esas cintas los ha puesto a sudar frio, sentir cuerpo cortado, malestar general, mareos y hasta dificultad respiratoria, ello no por que tengan sintomatología de COVID-19, sino porque que ya sienten muy de cerca el brazo letal de la ley y la fuerza que el nuevo régimen impulsa para desterrar y estigmatizar la corrupción, la gran expectación es por saber ¿cuántos y que legisladores, líderes partidistas, empresarios recibieron por adelantado las glorias de la reforma energética? Los videos dan cuenta detallada de ello, así que preparen sus asientos...

Zarpazo. ¿La decisión de colaborar de Lozoya será total? Si es así, ¿caerán los Luises, quienes eran los dos personajes que más influencia tenían sobre Enrique Peña?