PUNTOS SUSPENSIVOS

Construir ciudadanía, enseñar a ser críticos desde la infancia

Conocer la historia desde niños es un ejercicio que recomienda el filósofo Enrique Dussel. En una de sus conferencias señala que preguntar a las personas mayores -caso específico abuelos- su vida, con el objetivo de que expresen cómo era antes el lugar donde habitaban, así como las costumbres, servirá para darse cuenta que existe un pasado, y no necesariamente esa gran historia, porque primero se debe enseñar a los pequeños desde el hogar.

Otro punto clave en el ser humano es educar para ser libres, y no para repetir pasos, procesos. Desafortunadamente se olvidó lo que se debería enseñar de forma crítica en el país, ya que los pedagogos casi desaparecieron, y en su lugar quedaron políticos formalistas, y por tal razón la enseñanza perdió su rumbo en el país desde hace años.  

“No se necesita tanto tiempo para intercambiar la interpretación del mundo de toda una generación, lo que indica que un gobierno que desea transformar el país, debe primero transformar la interpretación de la juventud, que serán los adultos del futuro”, apunta Dussel.

El académico insiste en que la educación lleva consigo una concepción y una idealización del ser humano, por lo cual no pueden entenderse una teoría y una práctica educativa separadas de su relación espacio-temporal, de la historicidad y la temporalidad de la finitud humana, porque la educación permite a las personas “alcanzar libertades fundamentales en el orden intelectual, político, civil y económico, además de constituir el principal elemento de paz y estabilidad en el mundo”.

El escritor y también académico Enrique González Pedrero señala en su libro “Puntos de Referencia” que se debe enseñar a pensar, pero desafortunadamente después de José Vasconcelos se adoptó un método sexenal, es decir, cada administración presidencial traía sus propias metas y definiciones sobre la educación y quería dejar su propia herencia.

Se dice que hubo un rompimiento, incluso generacional, “las élites ilustradas han ejercido el mando en material política, económica, social y cultural, y una masa desinformada ha seguido a los dirigentes. Esto explica el carácter personalista, y también la manipulación a que ha estado sujeta nuestra población.

Don Enrique González sostiene que México se encuentra partido en dos: una porción más o menos amplia que habita en las ciudades, formada por quienes están al tanto de lo que ocurre en el país y el mundo, y una amplísima franja de muy escasa información, en el mejor de los casos se nutre con lo que la tv o la radio les filtra diariamente cuando tienen tiempo a dichos medios.

Por esa razón, como señala Dussel se tiene que enseñar a los niños cómo pensar, no qué pensar. Partir de esa premisa. Mostrar los problemas y errores para enriquecerse de herramientas para la vida.

Un psicólogo de nombre Jennifer Delgado de Rincón indica que si en vez de darles verdades absolutas a los niños les planteamos desafíos para que piensen, estaremos potenciando la capacidad para observar, reflexionar y tomar decisiones. Si enseñamos a aceptar sin pensar, esa información no será significativa, no producirá un cambio importante en su cerebro sino que simplemente se almacenará en algún lugar de su memoria.

PARÉNTESIS

El 24 y 25 de este mes vendrá la segunda consulta ciudadana. En el paquete existen temas que competen a la entidad, entre ellos el Tren Maya y la refinería. Hay críticas a este mecanismo de participación; es perfectible y todos debemos contribuir a mejorar nuestra democracia. (kundera_w@hotmail.com)