PUNTOS SUSPENSIVOS

Llama la atención que una dependencia estatal tome como referencia el fomento a la lectura.

Por lo pronto es un buen paso para salir adelante. Enseñar, aprender, viajar, conocer, sentir un placer, donde todo se deriva a partir de un libro.

El director general del Instituto de Educación para Adultos de Tabasco (IEAT), Enrique Soberanes Rivera, inauguró la Campaña Estatal de Fomento a la Lectura que se llevará a cabo en mil 460 círculos de estudio, 13 puntos de encuentro y 42 plazas comunitarias distribuidos en los 17 municipios del estado.

El proyecto se nota ambicioso, sobre todo porque se habla de casi todo el estado, para estar en sintonía de asombro, y entrar en la dinámica de leer, por lo menos unos minutos.

Expertos señalan que hacer este ejercicio crea en el ser humano empatía, es decir, confianza en sí mismo, un mayor vocabulario y saber expresarse desde muy temprana edad.

Felipe Garrido, un promotor de la lectura, en su libro “Manual del buen promotor”, señala que aprender a escuchar, poner atención y entender lo que oímos, es imprescindible.

Necesitamos recibir y también dar: saber y poder expresarnos, comunicar lo que queremos, esperamos, creemos, aceptamos y rechazamos… lo que sabemos. La misma relación existe entre lectura y escritura.

Por mucho tiempo lectura y escritura fueron destrezas adquiridas en la escuela por separado. Había una sala de lectura y otra de escritura. Los alumnos, que en esa época eran muchos más niños que niñas, aprendían primero a leer y sólo después, en número mucho menos, si acaso la mitad, a escribir.

Vivimos rodeados de señales, de signos que percibimos a través de los sentidos. Vemos unas nubes, escuchamos una trompeta, olfateamos un huele de noche, paladeamos una guayaba, palpamos una máscara de seda…

En un sentido amplio, leer consiste en descifrar los mensajes que los signos guardan; reconocerlos, interpretarlos, esforzarse por comprenderlos.

Se leen texturas, sabores, olores, sonidos, gestos, imágenes. Algunos creen que puede leerse la palma de la mano, los asientos del café, una secuencia de barajas, para conocer lo que nos depara el futuro.

Todos los días nos esforzamos por leer el mundo. En un sentido más estricto, más literal, lo que se lee son sistemas de signos organizados en un lenguaje.

Leer es esforzarse por comprender un texto pasando la vista por los caracteres escritos, o impresos, o visible en una pantalla.

Un buen promotor tiene que ser un buen lector autónomo y ejercitarse en la escritura.

Germán Dehesa, espléndido maestro de literatura, e incansable promotor de la lectura autónoma, permitía que sus alumnos eligieran, de una lista que él les ofrecía el libro que debían leer.

La elección era libre. La lectura, la entrega de un comentario escrito y una charla entre maestro y alumno sobre el libro y el comentario eran tareas obligatorias.

Fomentar la lectura no es una tarea fácil, se trata de una entrega, una pasión donde los promotores deben ir con el pecho por delante, arriesgando todo.

PARÉNTESIS

El gobernador Adán Augusto López Hernández reiteró que no hay  ningún adeudo con los trabajadores estatales del sector salud, ante la asamblea permanente que declaró la sección 48 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), para exigir homologación de aguinaldo. El dirigente Jorge Herrera Pérez dirigió una carta poco diplomática al subsecretario de Salud Manuel Pérez Lanz.  (kundera_w@hotmail.com)