OPINIÓN

¿Qué aprendizaje nos dejó el fin de semana?
11/05/2020

Este fin de semana se observó una manera distinta de comunicarnos. La ausencia de gente en las calles fue un aprendizaje: Valorarnos y valorar a las otras personas.

Algunos comentaron que se le dio un pequeño respiro a Tabasco. La naturaleza igual tiene su momento, su oportunidad y el deseo de estar en paz.

Tenemos esa mala costumbre de no apreciar el momento presente, y lo que no tenemos o lo que ya hemos perdido.

Aunque lo más importante es haberse quedado en casa, pero en paz y armonía. No como páginas en blanco sin saber qué hacer.

El psicólogo tabasqueño Julio Sarracino dice que nos falta el equilibrio, la balanza en lo negativo-positivo, y además no tenemos autorresponsabilidad.

Porque si nos dan algo, lo más lógico es que también debemos aportar. Y ahora es el momento. Las autoridades han pedido una y otra vez estar en casa, confinados, y de una forma fue el fin de semana.

Esperemos con paciencia los buenos resultados, sin embargo, y por desgracia, siempre buscamos culpables, vivimos quejándonos de todo, señalamos lo negativo, e incluso, hacemos alarde del vecino.

En las redes, por ejemplo -el principal escape de ahora-, se leen insultos a cada momento, descalificaciones, y renacen una y otra vez los “opinólogos” en coronavirus y economía, pero no se está realizando la acción principal: ser solidarios, más humanos.

Ayer, precisamente, leía el artículo de Elena Poniatowska, bajo el título: “En esta crisis sanitaria hay que recordar el No sin nosotros de Monsiváis: José Gordon, publicado en La Jornada.

Explicaba en una parte del texto sobre el encierro, y citaba a Carlos Fuentes “destruimos a la otra persona cuando somos incapaces de imaginarla. Ahora somos incapaces de imaginar lo que la ciencia nos plantea…”

En esa entrevista realizada a José Gordon, menciona: “Parte del problema que vivimos y por el que estamos encerrados en una caja es porque no sabemos leer a la otra persona, ni mirar más allá de nuestra piel.  La literatura y el arte nos invitan al entendimiento. Claro, el rechazo público del que hablas es preocupante. A mí también me preocupa otro virus fácil de detectar, y va más allá de esta pandemia, le llamo el virus del olvido”.

Cuando pase este encierro lo más probable es que nos olvidaremos de las otras personas, y viviremos como siempre, casi en solitario, quizás hasta en la desatención de nuestros propios hijos… de la familia.

¿Cómo podemos hacer para que estos impulsos de generosidad se mantengan?, pregunta Poniatowska, y Gordon responde: Ahora hemos visto apertura y solidaridad jamás pensadas, pero luego vuelven a cerrarse.

Estamos ante una oportunidad única, con el fin de reflexionar y pensar más para sobrepasar este encierro.

Nuestra imaginación es parte fundamental, que el miedo no atrape el pensamiento, y el pensamiento vaya más allá de lo normal.

Como recomendación para esta cuarentena, el libro del escritor José Gordon: “Gato encerrado”.

PARÉNTESIS

Uno más. El medioambientalista Eugui Roy murió asesinado por disparo de arma de fuego en el rancho Magnolia, en la zona cafetalera de Tierra Blanca, en San Agustín Loxicha, donde acudió a pasar la cuarentena, informaron sus familiares, quienes con los amigos de la víctima exigieron justicia. Tenía 21 años y estudiaba el segundo semestre de la carrera de biología en el Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca y se dedicaba al cuidado, defensa y preservación de reptiles y anfibios. (kundera_w@hotmail.com)



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