¿Qué hacen Honduras, El Salvador y Guatemala por la migración?

¿Qué hacen Honduras, El Salvador y Guatemala por la migración?

Rodolfo Uribe Iniesta es doctor en Sociología por el Colegio de México. Su mirada ante el fenómeno de la migración descubre la tragedia que hay de fondo: hambre, pobreza, marginación y violencia.

Indica que el asunto actual en Honduras, por ejemplo, no es tanto el empobrecimiento de la gente sino la situación de violencia. “En Cuernavaca donde vivo –dice- está a punto de reventar una crisis porque lo que pasa es que están eliminando a los empresarios locales de la ciudad, ya que en los últimos 20 a 10 años han ido acabando con los negocios tradicionales de empresarios morelenses, uno por uno, pero además no se están abriendo nuevos comercios o microempresas, porque al hacerlo inmediatamente les caen con el “derecho de piso” y no lo pueden pagar, por eso mejor cierran los negocios, y esto no deja crecer a la economía en general y se recrudece la pobreza”.

El especialista en movimientos sociales alertó que estas personas que ahora salen de sus países no son migrantes -que son los que salen de sus lugares de origen buscando una mejor calidad de vida, mejores oportunidades- estos son desplazados forzosos, son personas que están tratando de sobrevivir, tratando de salvar sus vidas.

“Esta situación disparó la caravana de migrantes, y cuando hablamos de caravana quiere decir que la situación se masificó, y con ello, la denuncia de esta situación en su país”.

Este columnista cubrió hace casi ocho años una travesía de Tenosique hasta Coatzacoalcos arriba del tren conocido como “La Bestia”, la cual duró una semana, y en efecto, la mayoría de las historias de vida que recogí hablaban de esa inseguridad en cada uno de los territorios de dónde venían.

Particularmente se referían a Los Maras, una pandilla que no solo asaltaba sino que violaba y asesinaba. En sus rostros se podía ver el miedo y la desesperación. No podían dar un paso de retorno, su único fin era dejar el lugar de origen, el infierno del crimen. Aunque sabían la difícil travesía para cruzar hacia Estados Unidos.

En ese mismo año (2011) el diario El País publicaba un reportaje donde asentaba que el tránsito en México para los migrantes era peligroso, sobre todo en la zona norte, y lo avalaba la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Resaltaba que los secuestros de migrantes se convirtieron en lo más común al momento de querer llegar a la frontera pegada a los Estados Unidos.

Sobre este asunto, el grave problema que veo es que a partir de que llegan a México, estas personas son reconocidas como víctimas, y mientras están en sus países de origen cargando encima todas las dificultades que no les permiten tener una mejor calidad de vida, al parecer no sucede nada.

Cuando los principales culpables de que estén pasando por una situación difícil y delicada son sus gobiernos, porque son ellos quienes están obligados a implementar mejores políticas públicas de seguridad para su población, sobre todo.

¿Dónde y qué hacen entonces los presidentes de Honduras, El Salvador y Guatemala?, ¿están sólo a la espera de que les resuelvan lo que hacen mal?

PARÉNTESIS

El presidente Andrés Manuel López Obrador presumió la unidad mexicana al reunirse con el sector empresarial, y al mismo tiempo agradecerles el apoyo durante la ‘crisis transitoria’ que se vivió México en su relación con Estados Unidos. Vienen tiempos más difíciles en la construcción de un nuevo modelo de país; la esperanza es que el futuro sea mejor. (kundera_w@hotmail.com)