¿Qué hacer en materia de electromovilidad?

Una interrogante obligada frente a las Perspectivas globales de vehículos eléctricos para 2023, nos coloca en la disyuntiva de qué hacer como país para avanzar en materia de electromovilidad en los próximos años.

Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), en 2022 el avance de los mercados de vehículos eléctricos (EV) marcó cifras récord en ventas, al registrar más de 10 millones de unidades adquiridas.

Este panorama nos indica que del total de automóviles vendidos el año pasado, un 14% fueron eléctricos, lo que contrasta con el 9% reportado en 2021 y un incipiente 5% en 2020.

El organismo energético nos comparte que más de la mitad de EV que circulan en todo el mundo, lo hacen en carreteras de China, lo cual representa el 60% de las ventas mundiales.

En segundo lugar, se sitúa Europa, donde uno de cada cinco coches vendidos en 2022 era eléctrico, es decir, un aumento de 15%. Y el tercer mercado más grande lo ocupa precisamente nuestro principal socio comercial: Estados Unidos, donde las ventas de EV crecieron 55% el año pasado.

Las excelentes perspectivas de la comercialización de EV se deben, entre muchos factores, a las tendencias del mercado impulsadas por esfuerzos gubernamentales, que van aparejadas con los objetivos climáticos de reducir las emisiones.

De esa manera, la Unión Europea ha emitido nuevos estándares de CO₂ para automóviles y camionetas; mientras que Estados Unidos con la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) y el endurecimiento de las medidas de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), promueve que el 67% de los automóviles puestos a venta en 2032 deberán ser eléctricos.

La IEA estima que en 2022 la flota de EV desplazó 700 mil barriles de petróleo por día y proyecta que en 2030 desplazará más de 5 millones. Esto plantea un dilema para los gobiernos que enfrentarán una reducción de impuestos por concepto de combustibles.  

Otro de los temas tratados es el reto que representa el financiamiento para la infraestructura de la movilidad eléctrica que respalde la instalación de cargadores en la red carretera.

El citado documento, también aborda otros desafíos, como el aumento de la demanda de EV, misma que debe estar aparejada con la demanda de baterías y minerales críticos relacionados, donde China es el principal actor comercial; así como el surgimiento de alternativas distintas a los iones de litio convencionales.

Por supuesto, el análisis también aborda el tema de la competencia, orientada al desarrollo de modelos pequeños y más asequibles para los consumidores de economías emergentes.

Y en ese contexto, China vuelve a ser el referente al contar en su mercado con EV pequeños que van desde los 6 mil 500 hasta los 16,000 dólares; en tanto que los modelos pequeños en países como Francia, Alemania y el Reino Unido superan los 35 mil dólares, aunque el Tesla es el modelo más vendido en esos países, pero a un precio de 65 mil dólares. (Diputado Federal, Presidente de la Comisión de Energía)