¿Quién gana verdaderamente?

¿Quién gana verdaderamente?

El triunfo es lo más relevante. Pero la gran pregunta debe ser ¿quién gana verdaderamente?

Lo pongo en ese contexto, ya que evidentemente en la elección del Estado de México la confrontación fue más entre EPN y AMLO: el primero defendiendo la subsistencia política y pública del “grupo” y más aún del último tramo de su sexenio, y el segundo vio como un eslabón fundamental la gubernatura del EDOMEX,  en su eterna campaña hacia los Pinos.

En la agenda a discutirse al parecer podrá seguir esperando la tan difícil y casi imposible regulación de las redes sociales como elemento en la contienda, el inadecuado y estrepitoso uso de los dineros para las campañas, las practicas retrogradas que buscan inhibir la sana y abierta participación de los ciudadanos vía su voto, la erradicación o el cuasi exterminio de los enemigos de la democracia.

Muy a pesar de que el INE decreto que la Jornada Electoral de ayer fue ejemplar, lo que prevaleció en la contienda fueron los ataques y acusaciones, los encueres y la polarización, el abuso y el fomento a la inequidad de parte de todos los partidos políticos. Ninguno se salva de esas linduras.

Otro elemento que debe destacarse, es que los jugadores no tienen el más mínimo respeto por el árbitro y por las leyes; hoy las elecciones son intensamente competidas y los resultados llegan a ser de final de fotografía, pero ante las ganas de adelantarse a todo de inmediato adquieren todos el síndrome de la pirinola y “todos ganan”, enturbiando más el de por si maltrecho juego democrático.

En la elección de la denominada Joya de la Corona del 2017, que al cierre de este espacio seguía en status de muy cerrada, con los datos preliminares que se tenían se puede leer que al Presidente Peña y al “nuevo” PRI, los ciudadanos le dicen en las urnas que están reprobados y que no dudaran castigarlos mediante el voto, y cada vez les será más difícil y más costoso ganar;  a las izquierdas y primordialmente a AMLO le dejaron patente que con su discurso autoritario no lograra dólar las rodillas de muchos, de haber habido alianza el triunfo hubiese sido aplastante y se hubieran evitado el comido de uñas, y en el caso de Acción Nacional, léase Josefina Vázquez el mensaje contundente es que nomás como candidata no la hace.

Desde mi Punto de Vista, como preámbulo de la confrontación política que viene, la elección de ayer domingo debe ser vista y analizada con detenimiento por todos los partidos y por los ciudadanos. Los primeros deben actuar con responsabilidad y con valentía patriótica, y los segundos no debemos dudar en seguir empoderándonos.

Muy aventurado es decir que con los resultados finales que definan al ganador (Del Mazo o Delfina), servirán como referente o visos de quien se colocara la Banda Presidencial en 2018, la moneda sigue en el aire…