¿Quién para rival?

Abierto desde septiembre el juego de la sucesión presidencial y mostradas de inicio las cartas del régimen de la cuarta transformación por las que apuesta como prospectos a la candidatura en la elección del 2024

Abierto desde septiembre el juego de la sucesión presidencial y mostradas de inicio las cartas del régimen de la cuarta transformación por las que apuesta como prospectos a la candidatura en la elección del 2024, los adversarios coaligados de Va por México deberán apresurarse a escudriñar si hay alguien o varios de entre sus afines o bien mirar hacia un externo, para ser competitivos en la puja por la Silla del Águila.

Por lo que compete a Morena, el movimiento, son diversas opciones que suspiran aunque claro está atrás de Claudia Sheimbaun, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores, además de un personaje más de reciente inserción.

Esta triada de verdaderos aspirantes a recibir la estafeta de la banda presidencial estuvo reunida en el mismo balcón de Palacio Nacional durante el desfile cívico militar del 16 de septiembre, en ocasión de la conmemoración de la gesta de independencia aquel 1810.

En política no caben las casualidades ni la suerte, el mensaje fue evidente respecto de quienes estuvieron en la exclusividad ese balcón, captado en imagen de videos y fotografías. Duda no la hay para los demás que estuvieron en los otros bacones que dan hacia el zócalo en donde yergue a toda asta el lábaro patrio, con la imponente águila real devorando a la serpiente.

Nadie más tiene oportunidad alguna en el régimen de la cuarta transformación, excepto los 3 personajes de entre quienes sólo uno mostró el rostro de rebosante felicidad, sabedor de que lleva mano en los arraigados afectos del anfitrión de Palacio Nacional.

No figuran más allá de ser distractores Rocío Nahle, Secretaria de Energía, ni Juan Ramón de la Fuente, embajador ante la ONU, ni  Esteban Moctezuma, embajador en Estados Unidos, ni Tatiana Clouthier, Secretaría de Energía.

El resto de las personalidades encartadas y no encartadas aun con aspiraciones al 2024, caso del senador Ricardo Monreal, serán estrictamente amigos  e integrantes de la administración pública del depositario del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos. Afines todo al régimen, pero hasta ahí.

Quien resulte el elegido internamente según los estatutos del movimiento Morena, para la candidatura presidencial en el lapso  a dos años y meses previo a la campaña electoral, seguro será factor de polarización, algunos grupos disidente que tal vez migren.

Sin embargo, la molécula de unidad que es “ya saben quien” les mantendrá cohesionados, sumada la coalición del PT y del Verde Ecologista que en solitario son nada en la renta de sus ambiciones.

El PT habría desaparecido como partido político en la elección de este 2021 al no haber alcanzado el umbral para sostener el registro, aunque las benditas ventajas de gestionar la coalición le ha tenido vigente; un panorama distinto al de 2015 cuando estuvo a nada de perderlo todo por una hilera porcentual, pero salvado por unos comicios distritales del ámbito federal extraordinario en Aguascalientes.  

Preocupados deben estar el frente adverso, en bloque opositor de partidos políticos coaligado “Va por México”, quienes carecen de un perfil idóneo para competirle a cualquiera del tridente de la cuarta transformación. Tendrán forzosamente que buscar un personaje con solvencia social y moral que conecte con el electorado que para la elección constitucional que en voluntad popular de los votantes decidirá si refrendan o bien optan otra vez por la alternancia.

Exceptuando el proyecto del extinto Rafael Moreno Valle, aquel sombrío 24 de diciembre de 2018 cuando el desafortunado accidente aéreo, no hay una figura de estatura equiparable que aun con sus claroscuros trabajaba desde el Senado justo pensando en la puja por la sucesión del 2024. Y para ello ya tenía dispuesta una estructura de estrategas, su equipo de colaboradores ocupado puntualmente en lo que le correspondería en la coyuntura de los tiempos de los tiempos y circunstancias.

La abrupta pandemia sanitaria actual hubiera sido oro molido para Moreno Valle, coordinador de la fracción parlamentaria de Acción Nacional, en el propósito de capitalizar los yerros del régimen, así como algunos otros vicios que explotaría partiendo de la inteligencia de su círculo de elite.

A la distancia del desafortunado percance no hay un personaje que sea contrapeso a la figura presidencial que en sus niveles de popularidad tiene el visto bueno de acreditación muy próximo al 70 por ciento en los muestreos, excepto en los baches de unas semanas en las que le tuvo en los linderos de 50 puntos porcentuales, por el movimiento feminista aún en el 2020, incluyendo el nueve de marzo cuando las mujeres se ausentaron de sus trabajos, y la pandemia apenas se asomaba hacia el confinamiento.

En el pragmatismo que les tiene unidos a Acción Nacional, el PRI y el PRD y una muy lejana adhesión de Movimiento Ciudadano, les permitiría cuando menos ser competitivos, que por separado no la tendrán como para hacerle sombra alguna en una competencia en la que por ahora no tienen un candidato que conecte con el colectivo social, sobre todo de ese creciente segmento poblacional confinado a la miseria ancestral que por muchas elecciones le confiaron sus demandas de acceder a condiciones dignas de un bien común.

Bitácora

Forzados los mexicanos por el covid19 han tenido que familiarizarse con las operaciones digitales en el e-commerce, aún viene un desafío mayor; el manejo de las criptomonedas como el bitcoin que ya opera entre la cadena de valor. Facebook está por lanzar la suya… El futuro se volvió actualidad.   

eduhdez@yahoo.com