Raíces, un espacio gastronómico combinado con el arte

Degustar es una encomienda para la convivencia, pero igual para reencontrarnos con nuestro sabor, el que nos atrapa con el paladar a través de la cultura gastronómica

Degustar es una encomienda para la convivencia, pero igual para reencontrarnos con nuestro sabor, el que nos atrapa con el paladar a través de la cultura gastronómica local heredada por las abuelas o las madres. 

Y en efecto, existen esas herencias para toda la vida. Las que se combinan con el amor a la comida y tradición, y por qué no, también con el arte. 

Son mezclas que corren por las venas de Indra Xhail Dzul de la Cruz, una joven que no sólo soñó sino más bien las llevó a la realidad… a su propio proyecto. 

Licenciada en Gastronomía y maestría en Alimentos y Bebidas, Indra Xhail es chef ejecutiva de Raíces, restaurante-galería. El lugar es un espacio místico que evoca arte, sabores, olores, tranquilidad, naturaleza, energía y un buen gusto por la comida tradicional, la cual es elaborada en fogón y a la leña. 

“El restaurante fue diseñado en la casa de mi bisabuela, por eso está lleno de historia, de recuerdos, una conexión familiar, gastronómica y ancestral, porque siempre compartieron esa cultura conmigo, y es lo que se trata de plasmar todos los días en Raíces, desde el recibimiento cálido hasta cada alimento, un binomio humano para quienes nos visitan”. 

Destaca que no se trata de hacer dinero, ni ganar un lugar como mejor empresario, es algo que va más allá, como el compartir lo que saben hacer: el amor a la cocina. 

Menciona que hace un año nació el proyecto, el cual se combina como galería de arte, donde se les brinda espacio a compositores y artistas plásticos. 

Respecto a los platillos está el consomé “Doña Yolanda”, que es en honor a su abuela, aquí se usan las hierbas tabasqueñas como el perejil, el cilantro, la pimienta; también pueden disfrutar de los “chilaquiles raíces”, con una salsa secreta de su mamá. 

Los martes son de leña, donde se puede cocinar un estofado de pollo, o las costillas de cerdo en salsa verde, y para el Grito se tiene contemplado guisar pozole. 

“Es rescatar esa riqueza que tiene Tabasco en cuanto a su comida, darla a conocer y disfrutarla, porque esa cultura se está dejando en el olvido”, afirma. 

Indica que en las mañanas sahúman, “ahí empieza el ritual, luego viene lo gastronómico, se ofrecen mis raíces, la combinación de Campeche, que es de mi papá, y la tabasqueña, por mi madre, esas enseñanzas de alimentos, de marinados, de sazón...”. 

Adentro, en el jardín, existe un gran árbol que crece de una maceta, y sus raíces van buscando la tierra. También hay atrapasueños con tejidos del árbol, cocos colgados con flor de teléfono, son conceptos creados de forma artesanal para  olvidar por un momento lo que pasa afuera, porque es como una cápsula llena de paz. 

También destaca la exposición del maestro Héctor Fernández, con obras al óleo, a parte tienen un mural donde se aprecia una Virgen. 

Por el momento todo es en el área de jardín y con reservación por la pandemia, aunque igual existe el servicio para llevar. 

Al terminar el confinamiento presentarán música en vivo de jazz y clásica. Las reservaciones se pueden hacer al 993 223 1903. ¡Otro orgullo tabasqueño! 

PARÉNTESIS 

El pasado cinco de septiembre se cumplió un año de la partida de Francisco Toledo, el maestro oaxaqueño querido y admirado por propios y extraños, quien nos dejó un legado inconmensurable en su extraordinaria y profusa creación artística y con su incansable labor filantrópica.