Recapacitar

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El Partido Revolucionario Institucional, a la longeva edad de 90 años cumplidos este cuatro de marzo, debería entrar en razón que sus tiempos de ser cabeza en la gobernanza mexicana, en el ámbito federal y local, ya pasaron. El legado de corrupción e impunidad, contrarios al compromiso de proveer próspero bienestar socioeconómico, le marcaron durante su devenir en el mando del país al cual con absoluto autoritarismo reprimió, rehén de sus ambiciones enfermizas.

Ahora que en la actualidad nuevamente perdieron por las mismas causas la Presidencia de México, como cuando el período de dos sexenios entre 2000 y el 2012, se resisten a aceptar una realidad evidente.

Para el electorado mexicano, manifestado en voluntad popular con el voto en las urnas del uno de julo de 2018, dejaron de ser opción para representarle en los intereses de un pujante desarrollo y crecimiento, colectivo reflejado en esa calidad de vida que le negaron por generaciones.

Aunque complicado, el partido fundado por Plutarco Elías Calles, debería ante todo someterse a una profunda reflexión, para nada cosmética sino auténtica, la cual les permita replantearse como un instituto político competitivo capaz de participar en la construcción y no destruir una mejor sociedad, a la que siempre se debe aspirar como nación.

Si en verdad la directriz de sus liderazgos actuales pretenden con honestidad servir ahora sí a México deberían empezar por hacer a un lado las actitudes viscerales, olvidarse de crear chivos expiatorios a quienes responsabilizar de sus desgracias, de tener la capacidad de sacudirse de los intereses facciosos para privilegiar el común de los mexicanos.

No son solución alguna de un transformación, los comportamientos bizantinos de querer tiranizar al ex presidente Enrique Peña Nieto, de quien incluso piden la expulsión como responsable del mal gobierno cuando detrás de él hubo muchos beneficiarios que le manipularon, sin importarle la gravosa crisis a todos los niveles, consecuente con el repudio generalizado del mexicano.

Una situación similar se quiso hacer de expulsión con Carlos Salinas de Gortari por ser él quien le heredó a Ernesto Zedillo el denominado “error de diciembre”, derivando en la crisis económica interna más aguda desde aquella de 1929, y luego éste  correría la misma suerte porque consintió la derrota en la elección presidencial del candidato priista Francisco Labastida Ochoa.

Deberían igual dejar de explotar la figura de Luis Donaldo Colosio Murrieta, ex candidato presidencial asesinado el 23 de marzo de hace 25 años, del cual todas las evidencias apuntan a que fue un crimen de Estado, en tiempos del propio Carlos Salinas de Gortari.

Atrás quedaron los tiempos en los que fue único que decidía sobre el destino de los mexicanos hasta que hace tres décadas perdiera Baja California, el primero de los estados del país reconocido como tal que ya no pudo arrebatar a la oposición, a la actualidad cuando sin gobierno federal se ha quedado hasta ahora sólo con 13 entidades federativas a su mando, entre las que sobresale el Estado de México, y eso ganado a la mala.

Tampoco se puede pasar por alto que el Congreso de la Unión así como 20 de los 32 estados  están en manos del régimen actual. Literalmente tendrá voz pero ya no el voto para incidir por sí mismos en la ruta del país. Deberá aprender a negociar.

Si el PRI no es capaz de replantearse como partido político su destino no podrá ser distinto al de ese grupo que en sus tiempos denominó como la “chiquillada” que como satélite giró en rededor suyo.

En la arrogancia, soberbia y altivez  de querer actuar como si nada hubiera pasado, si este instituto político no es capaz de cambiar de actitud en su conducta pública como una oposición responsablemente propositiva, en definitiva nada tendrá que hacer en un México que se atrevió a zafarse del yugo que le asfixió por generaciones, en vez de  cumplir con la elemental justicia social.

Sumar voluntades

El gobernador de Tabasco, representado en la persona del Secretario de Gobierno Marcos Rosendo Medina Filigrana, visitó este miércoles sin previo aviso la sede del Comité Directivo Estatal del PRI, con objeto de buscar establecer el diálogo directo con su presidente Pedro Gutiérrez Gutiérrez, para efecto de conciliar la unidad en pro de esta entidad que requiere de la colaboración de todas las expresiones ideológicas.

Medina Filigrana se reunió con los directivos de los demás partidos políticos. Sin embargo, cobra particular relevancia la que tuvo en primer orden con el Revolucionario Institucional en virtud de buscar -como con todos los demás- sus reflexiones respecto de los temas prioritarios de la agenda pública, retroalimentación con los cuales coadyuvar a un esfuerzo conjunto a su inmediata atención por encausar el Tabasco en vías de progreso.

La administración pública tabasqueña en funciones, con el diálogo directo que incluye a todas las expresiones políticas, da cumplimiento a lo comprometido, en ocasión de que el 31 de diciembre Adán Augusto López Hernández juramentó al cargo de Gobernador; ejercer el poder privilegiando la comunicación abierta para el beneficio de las  colectividades tabasqueñas, sin distinción de ideología ni credo, ni raza, ni nivel socioeconómico.

Aun cuando en la geopolítica de la gobernanza local prepondera una hegemonía ejecutiva y legislativa, la pretensión del gobernador ha sido la misma de su trayectoria pública, buscar el consenso para concretar en los hechos el conjunto de las políticas públicas que tienen el propósito de detonar el común bienestar.

Bitácora

Los ex gobernadores Ulises Ruiz en Oaxaca e Ivonne Ortega Pacheco en Yucatán nada tienen que presumir como para aspirar a presidir al Comité Ejecutivo Nacional de su partido, ambos corruptos e impunes en su correspondiente gestión atentando incluso a la paz pública, son objeto de repudio en sus entidades. Luego entonces ¿qué futuro le espera a un instituto político que sería asaltado por los mismos de siempre?

eduhdez@yahoo.com