Reconstruir la capital tabasqueña; primer paso, nuevo mercado público

Reconstruir la capital tabasqueña; primer paso, nuevo mercado público

*Villahermosa y su zona metropolitana, deben estar preparadas

*Ofrece Adán Augusto “apoyar con todo” al edil Hernández Cruz

*López Obrador, la economía moral y la inversión responsable   

EL DOMINGO 17 de noviembre, como usted sabe, fue inaugurado por el gobernador Adán Augusto López y por el presidente municipal de Centro, Evaristo Hernández Cruz, el nuevo mercado ‘José María Pino Suárez’, cuya reconstrucción se anunció en marzo de 2015 por el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, e iniciada a finales del 2016 y principios de 2017. El funcionario federal estaba en precampaña.

El 30 de diciembre del 2018, en un acto a puerta cerrada, el entonces gobernador Arturo Núñez “entregó las obras” al ya nuevo edil Evaristo Hernández. Los trabajos no estaban concluidos, de tal manera que fue hasta hace unos días cuando entró formalmente en servicio. Queda pendiente la adecuación de los tianguistas de la zona.

La remodelación tuvo un costo final de 439 millones de pesos. En torno al centro de abasto también se realizaron obras de acondicionamiento en las calles aledañas. El deterioro de todo el perímetro, abandonado durante años, hace prever que se requerirán otras acciones de rehabilitación, así como medidas de reordenamiento. Algunos urbanistas no están convencidos de que el “Nuevo Pino Suárez” sea lo que requiere la ciudad, pero así fue concebido en la administración pasada.

La inauguración del mercado reconstruido y de las obras adyacentes fue ocasión para que se reportara un “inusual” trato deferente del gobernador López Hernández hacia el edil Hernández Cruz, para quien tuvo elogios varios. También el compromiso de respaldar los proyectos municipales para la construcción de una nueva planta potabilizadora de agua, así como la necesaria reconstrucción o construcción de un Palacio Municipal más seguro para la alcaldía de la capital tabasqueña.

Sin duda que en los próximos meses –no se puede decir años porque el tiempo de los ayuntamientos corre más de prisa-, conoceremos propuestas para colocar a Villahermosa y su zona de influencia a la altura de lo que exigirá el nuevo “boom” petrolero. De lo contrario, la urbe colapsará.

LA REVOLUCIÓN…ECONÓMICA

HEMOS comentado en este espacio que el actual presidente Andrés Manuel López Obrador tiene inclinación por las fechas significativas de la historia nacional. Así, por ejemplo, la fundación oficial de Morena como partido y la elección de sus dirigentes giraron en torno al 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana. En esta ocasión, la Asamblea Nacional de su partido fue pospuesta –aunque AMLO no acudiría-, pero aprovechó para informar que a partir de hoy estará a disposición su nuevo libro “Hacia una economía moral”.

La obra había sido anunciada en julio pasado y previsiblemente comenzaría a circular en diciembre de este año, poco después de que López Obrador diera su cuarto informe de gobierno. La edición se adelantó. Dijo ayer: “Aquí está el fundamento de nuestra política, lo que se aplica en el periodo posneoliberal”.

El nuevo libro de AMLO –lleva publicados unos16 propios, entre investigaciones históricas, de coyuntura y de apoyo a su proyecto-, es una respuesta a quienes decían que no tenía una idea precisa de la propuesta de país en materia económica y para explicar qué entiende como un modelo distinto al neoliberal.

Oficialmente el libro sobre “economía moral” será presentado el uno de diciembre, al cumplir López Obrador un año en la Presidencia.

DESPUES DEL NEOLIBERALISMO

EL TÉRMINO “economía moral” ha sido usado por el economista mexicano Julio Boltvinik en una columna que publica en el diario La Jornada. Sin embargo, se remite a finales de los años setenta cuando el historiador E.P. Thompson (Inglaterra 1924-1993) publicó su obra “La economía moral de la multitud”, recogida luego en un libro de ensayos. A reserva de abordar un tema complejo y apasionante, digamos que los partidarios de este modelo propugnan por una “economía justa”, basada en valores culturales de equidad y colaboración.

Durante su visita a México en marzo de este año, el politólogo francés Alain Rouquié definió a López Obrador como un “postneoliberal”. Apenas en noviembre pasado AMLO citó un cambio que ya se observa en un sector del empresariado de Estados Unidos –la trinchera del capitalismo-, quienes impulsan un código de ética para establecer trato justo a sus trabajadores, ganancias razonables y cuidado del entorno ambiental. Anteriormente –a finales de los años 50-, otros inversionistas norteamericanos trataron de lograr la existencia de “empresas socialmente responsables” de manera que asumieran compromisos económicos (justos), legales, éticos y filantrópicos.

Políticamente el planteamiento nos remite a la socialdemocracia, surgida durante la revolución de 1848 en Francia como expresión de un modelo de socialismo democrático, con medidas reformistas y gradualistas. Podríamos hablar de una economía y una política morales, con valores éticos. ¿Es posible?

AL MARGEN

AL FELICITAR a Enrique Graue por haber logrado la reelección como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el presidente López Obrador consideró que el directivo había obtenido el cargo de una “manera democrática”. En varios foros se ha valorado el proceso electivo de la UNAM como uno de los más abiertos y plurales entre las instituciones de educación superior. En algunas casas de estudio todavía se mantienen (y resisten) los mecanismos cerrados, sin participación de la comunidad universitaria.

AYER COMPARECIERON ante los diputados locales los secretarios de Gobierno, Marcos Rosendo Medina, y de Turismo, José Antonio Nieves, con lo que se inició la glosa del primer informe. Sin sorpresas. (vmsamano@hotmail.com)