Previo al reciente proceso electoral nos venían a la mente que estaban en juego no sólo la gubernaturas, las alcaldías y diputaciones locales y federales. Comentaba con algunos amigos y allegados que ese proceso era además un plebiscito donde el pueblo mexicano aprobaría o reprobaría el proyecto nacional de la 4T. Por encima de los insultos, las calumnias y mentiras de los histéricos y enardecidos prianistas, así como por encima de la campaña de confusión, llena de catastrofismo y de amenazas llevada a cabo por la prensa vendida y por Televisa y TV Azteca, el voto de los mexicanos dijo la última palabra sobre AMLO y su proyecto nacional de gobierno.

En las votaciones del pasado domingo 6 de junio la mayoría del pueblo mexicano le dijo que sí a la 4T encabezada por el presidente López Obrador.

Repito, para un servidor las votaciones pasadas fueron además un referéndum donde se calificó la obra de gobierno de nuestro paisano presidente y de su proyecto de Nación: y la mayoría lograda por Morena nos dice que la mayoría de los mexicanos estamos de acuerdo con ese proyecto.

Aquí las opiniones de Loret de Mola, López Dóriga, Brozo, Aguilar Camín o Enrique Krauze y demás de su estirpe no valen. Nos preocupaba que AMLO y su 4T no lograra la mayoría en la Cámara de diputados federales, pues ahí la ultraderecha y demás vende patrias habían soñado con poner un dique donde rebotaran todas las iniciativas nacionalistas de ley que el Ejecutivo Federal enviara con el fin de rescatar la rectoría del Estado sobre parte del patrimonio nacional: principalmente sobre la industria energética entregada hoy al extranjero por los prianistas y que años antes sólo estaba en manos de Pemex y de la CFE.

Ese rescate no sólo le dará mayor fuerza financiera y soberanía política al Estado Mexicano sino además el gobierno se va a ahorrar miles de millones de dólares que los gobiernos neoliberales gastaban en la compra de gasolina y demás energéticos en el extranjero, descapitalizando aún más a nuestro país.

Por ese rubro nuestra balanza comercial se había hecho deficitaria de manera crónica, poniendo en riesgo nuestra estabilidad monetaria. Con AMLO la paridad peso-dólar se ha mantenido estable.

Las pasadas elecciones han sido además una muestra de que la mayoría del pueblo mexicano, 48 millones de votantes no está tonto, ni está plagado de imbéciles como de manera clasista y llena de desprecio racial califican a la mayoría de mexicanos morenos “nacos” y “chairos” que votó por AMLO y Morena en el 2018 y lo volvió a hacer el pasado domingo 6 de junio.

En esta masiva votación por Morena, realizada en paz y con todo civismo, no operó ningún lavado de cerebro como sigue tratando de hacer creer Televisa y TV Azteca sino que la mayoría de mexicanos ya abrió los ojos y ya no lo engatusan como antes.

El temor difundido por la ultraderecha de que las recientes elecciones iban a estar plagadas de irregularidades o violencia quedó sólo en eso: los votantes y organizadores de casillas dieron muestra de respeto en todo el proceso, sin olvidar la magna vigilancia llevada a cabo en todas las casillas en todo el territorio nacional.

Y metiéndonos en el mundo de los números que hablan más que mil palabras, Morena ganó la mayoría en la Cámara de Diputados Federal con 190 a 203 curules frente al PAN que obtuvo entre 106 a 117 y el PRI entre 63 a 75. El PVEM, PT y MC el resto, más que el manoseado y prostituido PRD. En cuanto a las gubernaturas y hasta el momento que escribimos esta colaboración Morena lleva ventaja en diez de la quince gubernaturas en juego; en dos el PAN, una para Movimiento Ciudadano y otra para el PT-PVEM. En Campeche está cerrada la votación.

En Tabasco Morena ha logrado mayoría en trece de las diecisiete alcaldías, destacando la enorme ventaja de Yolanda Osuna en el municipio de Centro donde se encuentra Villahermosa, capital del Estado. El PRD obtuvo el triunfo en Huimanguillo y Paraíso; el PVEM en Emiliano Zapata y Movimiento Ciudadano en Tacotalpa. Y Morena lleva ventaja también en las 21 diputaciones locales de mayoría relativa.

Por encima de las diferencias partidistas lo más importante para nosotros, lo que está en juego en estas votaciones es el Proyecto de Nación y de la 4T que encabeza el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Por eso estas votaciones tienen una relevancia histórica similar al evento que significó la expropiación petrolera en 1938 por el General Lázaro Cárdenas, pues de ello depende, entre otros factores, que continúe el rescate de México para los mexicanos, el rescate de su soberanía tan dañada y perdida por los gobiernos neoliberales prianistas. Y todo ese deterioro y desnacionalización empezó con Carlos Salinas de Gortari y su remate de cochera del patrimonio nacional y de la extranjerización de la banca realizada por Ernesto Zedillo de manera ilegal y sin tomar en cuenta al Congreso de la Unión.