OPINIÓN

Reflexiones sobre los charlatanes enriquecidos a nuestra costa
24/03/2021

A propósito de las elecciones de junio conviene reflexionar sobre que queremos para nuestro futuro. Podemos pedirle ayuda a nuestro pasado. En la antigua Roma, una anciana de Siracusa rogó a los dioses para que alargaran la vida del último tirano y éste, sorprendido por el ruego de la mujer, le preguntó por qué le tenía tanta devoción. Ella contestó: “siendo niña, tuvimos un tirano muy cruel. Rogué a los dioses que se lo llevasen. Y me oyeron. Pero después vino otro peor, y también rogué por su muerte. Ahora has llegado tú, que no eres mejor que ellos. Escarmentada, pido porque los dioses te den una larga vida”. Lo que la historia no cuenta es lo que pasó con la mujer después de semejante confesión…“Más vale malo conocido que bueno por conocer” es un refrán que llama a la cautela, pues afirma que no conviene arriesgar aquello que se tiene o se conoce por algo que es supuestamente mejor. Los cambios no siempre generan incertidumbre porque conllevan riesgos: una decisión que altere el rumbo de las cosas trae siempre recelos, reticencias, pues podría tener consecuencias negativas, pero en Tabasco en estos momentos es necesario el arrojo y la valentía. Lo nuevo no necesariamente será mejor o más conveniente que lo anterior y, por lo tanto, a veces no vale la pena cambiar pero tampoco acomodarse a aquello que ya tenemos y conocemos. Como tal, es una frase muy usada para manifestar la renuencia ante un cambio, especialmente cuando nos genera dudas e inquietudes, porque en el fondo sentimos que podríamos estar equivocados. Es típica de quienes no quieren abandonar su zona de confort y tienen miedo al cambio. Zona de confort. Renunciar a un empleo que odiamos por otro que podría ser mejor, vender nuestro viejo carro para comprar uno nuevo, mudarnos a otra zona de la ciudad, etc., son situaciones donde este refrán sería aplicable. Una variante de esta expresión es “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. En inglés, la expresión “más vale conocido que bueno por conocer” puede traducirse como ‘mejor el diablo que conoces que el diablo que no conoces’. Y en eso estamos en Tabasco en estos días de definición de candidaturas en las que estamos viendo a ver a quién diablos se las encargamos porque caras nuevas muy pocas. Y los jóvenes o nuevos que se atreven a entrar en ese espacio que se han reservado unos cuantos políticos modelo dinosaurio, son enfrentados de tal manera que lo que parece que se busca es su expulsión más que su desarrollo y contribución. Que decir de Manuel Andrade y su charlatanería, del Andrés Granier y su engañosa actitud familiar y cariñosa. Rafael Elías Sánchez Cabrales es uno de los peores ejemplos de lo que no deberíamos de permitir en política. Y ahí está, vivito y metiendo mano a la caja de los ayuntamientos de Jonuta y Macuspana, afición que le dura desde hace casi dos décadas. Y son apenas unos ejemplos que nos confirman que nuestros políticos problemas ahí siguen incansables porque piensan que una vez más les daremos nuestro voto. O estamos mal nosotros o están mal ellos. Ahí se encuentra la clave de nuestro futuro más inmediato.



MÁS CONTENIDO DEL AUTOR


DEJA UN COMENTARIO