Respuesta al coronavirus en México: ordenan una segunda fase de control y prevención

Una acción progresiva para no afectar más a la economía: AMLO

Respuesta al coronavirus en México: ordenan una segunda fase de control y prevención.

LAS MEDIDAS de contención y mitigación de la pandemia del coronavirus en México se han ido aplicando poco a poco “para no afectar más de la cuenta la economía”, destacó el lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ayer, junto al subsecretario Hugo López Gatell, encargado de coordinar las acciones sanitarias, el mandatario federal anunció el inicio de la Fase 2 para hacer frente a la dispersión comunitaria.

Como lo han explicado ampliamente los expertos, y como podemos observar en el seguimiento de la información desde la detección del primer caso de coronavirus en China, ocurre inicialmente la introducción de portadores (externos) de la enfermedad a una comunidad, esto se trata de impedir con los filtros en los aeropuertos y terminales de pasajeros. Posteriormente sucede el contagio local, a partir de los portadores del virus, que es cuando se eleva de manera explosiva el número de personas infectadas.

Durante casi tres meses, prácticamente desde que el coronavirus salió de China, comenzaron las presiones al gobierno de AMLO para que aplicara medidas restrictivas. El mandatario federal insistió que todo se haría en su momento; la estrategia era y es evitar que la parálisis de las actividades que implica el combate a la pandemia causara el menor daño a un país como México con altos niveles de desigualdad y pobreza.

Lo hemos comentado en este espacio: casi el 60 por ciento de los mexicanos que tienen un ingreso lo reciben de la llamada economía informal y otros más, que a pesar de tener un pago formal –con retención de impuestos- no cuentan con un salario permanente, cobran de manera esporádica. 

Otra cuestión fundamental para el país es la infraestructura de salud y los recursos humanos y materiales para la creciente demanda de medicina pública. En esta materia, el gobierno federal actual apenas estaba iniciando el rescate de una política de servicios universales.

El replanteamiento del político-económico del país (pasar de un modelo neoliberal anti estatista a uno de “bienestar” pro estatista) se topa ahora con un factor externo sorpresivo: la pandemia. De ahí que el gobierno mexicano buscó alargar lo más que pudo la fase de contención focalizada.

IMPORTADOS, LOCALES, CIFRA NEGRA

AHORA estamos en otra etapa ya. Impedir o limitar el llamado brote comunitario -en escuelas, centros de diversión, encuentros masivos, transporte público, etcétera- es el objetivo de la Fase 2 dijo López Gatell.

Hasta antes de declarar la Fase 2, México tenía 367 casos confirmados de los cuales 292 (esto es el 99%), se identificaron como “importados”, o asociados a importación (19% de estos), los restantes 5 infectados en el país no tienen antecedentes identificables. Si nos vamos a lo ocurrido en Tabasco hasta el lunes, la totalidad de los seis casos detectados corresponden a personas que contrajeron el virus en el extranjero. 

Por supuesto que debe existir una “cifra negra” en toda la República de enfermos o portadores aún no identificados, en esa tarea debe estar todo el sistema sanitario; hay quienes han recomendado que sea la propia población la que colabore reportando si tuvo algún viaje al extranjero de diciembre a la fecha, y también cuáles han sido sus contactos. El monitoreo exacto es imposible, pero un rastreo y seguimiento, debe ser el complemento de las medidas sanitarias.

La respuesta de los gobiernos en México no ha sido uniforme. Algunas entidades adelantaron la llamada cuarentena. Hay incluso comunidades en el estado de Oaxaca que establecieron como obligatoria la presentación de un certificado médico para poder ingresar al poblado (Santiago Lalopa, 500 habitantes), o que limitaron a uno sólo el acceso por carretera (Calpulalpam, 1, 500 habitantes). 

En materia de política federal a partir de ayer se ordenaron con dos semanas de anticipación las medidas de la Fase 2 para todo el país. El propio López Obrador recomendó a la población extremar medidas de higiene y protección al tiempo que comentó que “no se quita con tequila y con mezcal”…pero tampoco con escapularios ni estampitas.

EXTREMAR PRECAUCIONES

BROMAS aparte, esto va en serio. Estanos ante una cuestión de salud, no de fe ni de ideologías. Es algo práctico. Un objetivo primordial es evitar la saturación de los servicios de salud, porque éste ha sido un factor determinante en la letalidad del virus.

La llamada Fase 2 frente al COVID-19 anunciada por el gobierno federal establece: observar una “sana distancia” entre personas para evitar contagios; no saludar de beso o abrazo (de hecho, se aplica desde la Fase 1); suspensión de eventos y reuniones de 100 personas o más, todos los eventos masivos; suspensión de clases, vigente desde el 23 de marzo; proteger y cuidar a los adultos mayores; suspender actividades laborales (no esenciales) que involucren la movilización de personas; intensificar las medidas de higiene básicas; acudir al médico en caso de presentar síntomas, especialmente en la población de riesgo.

Lo importante es considerar todas aquellas acciones que impidan el contagio individual, para no colapsar al sistema de atención médica. Las medidas anunciadas ayer confirman la relevancia que la administración lopezobradorista reconoce a las fuerzas armadas. Éstas tienen actualmente el control de la seguridad pública y una serie de obras de infraestructura. Pero también la importancia de los programas sociales.

El titular de Hacienda abrió la cartera para otras instituciones de salud y áreas estratégicas, lo que obligará a un seguimiento puntual del destino de los recursos, porque indudablemente que atender esta situación imprevista obligará a modificar los planes de inversión del gobierno federal.

 (vmsamano@hotmail.com)