Retomar los Sentimientos de la Nación

Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo

El 14 de septiembre de 2021 se cumplen 208 años desde que fue instalado el Congreso Constituyente de Chilpancingo, en el que fue presentado el emblemático documento fundacional de la nación mexicana, conocido como “Sentimientos de la Nación”. En ese texto, José María Morelos condensó en 23 puntos el ideario político y social que se convertiría en la base para el establecimiento, desarrollo y consolidación del México independiente. En nuestros días, a excepción de la libertad de cultos que no estaba contemplada en ese entonces, los mexicanos hemos adoptado ese ideario como meta de nuestras aspiraciones.

De los 23 puntos con que cuenta el documento, me interesa destacar 7, que transcribo a continuación:

5.- Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que solo quiere depositarla en el supremo Congreso Nacional Americano […].

6.- Que los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial estén divididos en los cuerpos compatibles para ejercerlos.

11.- Que los estados mudan costumbres y, por consiguiente, la Patria no será del todo libre y nuestra mientras no se reforme el Gobierno […].

12.- Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto.

13.- Que las leyes generales comprendan a todos, sin excepción de cuerpos privilegiados […].

14.- Que para dictar una ley se haga una junta de sabios en el número posible, para que proceda con más acierto […]

22.- Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que más agobian, y se señale a cada individuo un cinco por ciento […] que no oprima tanto […], pues con esta ligera contribución y la buena administración […], podrá llevarse el peso de la guerra y honorarios de empleados.

ANHELOS Y RETOS

En muchos sentidos estos preceptos se han mantenido vigentes por más de 200 años. Hay que leerlos con la cautela que da la distancia en el tiempo, para traerlos al presente complejo que vivimos. En el fondo los mexicanos vemos en ellos un anhelo, y se espera que los tres poderes los cumplan en el camino hacia un México más justo, libre y desarrollado. Por ello el trabajo que realizará la LXIII Legislatura del Estado de San Luis Potosí a partir del 15 de septiembre será un gran reto, que demandará la mayor responsabilidad en cada uno de las y los legisladores.

Se tendrá un Congreso plural con la representación de fuerzas e idearios políticos diversos, con una importante pero todavía insuficiente composición femenina.

Al igual que la mayoría de los Congresos estatales, el de San Luis Potosí surgió a inicios del siglo XIX, en abril de 1824, en el contexto del naciente federalismo mexicano. El Constituyente trabajó de manera muy comprometida para que en 1826 ya se tuviera una Constitución en la entidad. Desde entonces los integrantes de las distintas legislaturas han debatido, convencido, concedido…, han legislado. Ciertamente existieron momentos críticos en la historia de la entidad en los que se interrumpieron los períodos legislativos.

Una mirada retrospectiva y general nos invita a pensar que a pesar de las vicisitudes, han transcurrido casi 200 años de trabajo legislativo y de construcción de marcos jurídicos para definir el contexto que ha regido el desarrollo de un Estado, con vaivenes hacia uno u otro rumbo, ya fuera frenando o acelerando el avance en las políticas públicas. Es importante llamar la atención sobre lo anterior, ya que este contexto generalmente queda relegado por prestar atención a la coyuntura política del presente y de lo que pueda pasar en las legislaturas vigentes, frente a la perspectiva de largo plazo. En el corto periodo de 3 años que tienen los legisladores frente a los 197 años de producción legislativa, lo que hagan o dejen de hacer, lo hagan bien o mal, tiene un impacto histórico.

La evaluación al poder legislativo de los próximos tres años la harán los medios de comunicación, los líderes del campo, la industria, los profesionistas, educadores, organizaciones de la sociedad civil, transportistas, comerciantes, jóvenes, mujeres, hombres, en suma, toda la sociedad potosina observará y calificará al Congreso. No interesa si se tratará de miradas u opiniones justas o acertadas, lo importante es que esa evaluación es fundamental, pues la relación entre el Poder Legislativo y la gente siempre ha sido estrecha, pero no siempre cordial, y por ello se requiere la sensibilidad del legislador para atender los intereses del pueblo.

Veremos y escucharemos sus debates parlamentarios, las defensas de ideas, debates y posicionamientos que esperamos estén siempre basados en la razón o el interés público, ya que los resultados que se alcancen dejarán de ser un asunto de partido político o de algún legislador en particular, para tornarse en una norma o dictado que corresponderá al Poder Legislativo en su totalidad. Y en ese sentido, la responsabilidad histórica será del conjunto de los legisladores y no de una persona o de un partido. Las determinaciones ejercidas por el poder soberano son decisiones que se incorporarán y definirán las políticas de Estado, que regirán la vida y acciones de los potosinos.

En mi opinión el trabajo del legislador incluye mantener la mirada hacia el futuro, defender los intereses de la colectividad que representan y contribuir al diseño normativo de un estado que requiere modernizarse y al mismo tiempo respetar las tradiciones.

Es imperativo retomar con seriedad los Sentimientos de la Nación, no necesariamente en un sentido literal, pero sí en su sentido profundo: “Que la Soberanía dimana del Pueblo… Que la Patria no será del todo libre y nuestra mientras no se reforme el Gobierno… Que la buena ley obligue a constancia y patriotismo, modere la opulencia y la indigencia… Que las leyes comprendan a todos, sin excepción… Que para dictar una ley se haga una junta de sabios…”

Al final de cuentas, los potosinos compartimos un mismo sentimiento, el amor por nuestro estado, el amor por México, ese es el sentimiento de la nación.

(…) son sus propias historias personales, sus bagajes culturales, profesionales, su experiencia política, su sentido de responsabilidad y la ética que les constituye lo que les arropa y les proporciona las herramientas para cumplir cabalmente con el cometido que ha dispuesto el pueblo potosino, por ello, sinceramente les deseo mucho éxito en su encomienda.

(*Presidente de El Colegio de San Luis.  Mensaje al inicio del Curso de Capacitación para los legisladores electos que integrarán la LXIII Legislatura del Estado de San Luis Potosí)