Revisar los programas de apoyo y subsidios

FEDERALISMO Y POBREZA .- A escasos 19 días de la elección el primero de julio y a cinco meses de la colocación de la Banda Presidencial, el próximo primero de diciembre de 2018, el nuevo mandatario estará obligado a analizar el resultado de programas federales que operan desde las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol), de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), enfocados a combatir la pobreza en sus variables: niveles de marginalidad poblacional, ocupación, ingresos, suficiencia e insuficiencia económica personal y familiar. Incluyendo una profunda revisión a los organismos evaluadores como es el Comité Nacional de Evaluación de las Políticas Públicas (Coneval) y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi). Sin embargo, un elemento que se propone introducir es el de poner en una sola línea la totalidad de los programas que operan con el fin de mantener el CONTROL de sus resultados, identificando  los alcances positivos y negativos como políticas públicas. En una palabra: retomar la política federal del combate a la pobreza en todas aquellas zonas identificadas con altos índices de marginalidad que implica a entidades federativas, municipios y localidades.

¿PARA QUÉ?, SE PREGUNTARÁ USTED.- Según datos publicados en diarios nacionales en el mes de marzo de 2018, Coneval informó que entre 2008 y 2016, el número de pobres aumentó de 49.5 a 53.4 millones de personas. Indicando que 2.9 millones de mexicanos salieron de la pobreza extrema, no obstante, reportó 3.9 millones de nuevos pobres en el mismo período. Información que al cruzarla con el anuncio de la creación de 3.6 millones de nuevos empleos que hizo el pasado primero de mayo el presidente Enrique Peña Nieto, resulta que se mencionan tres cantidades distintas que evidentemente indican la descoordinación y el extravío de los objetivos de la política pública federal del gobierno mexicano en la materia. Por lo tanto, a la sociedad le interesa que haya una verdadera coordinación y se obtengan mejores resultados. En verdad nadie quiere ser pobre. No creo que cueste mucho trabajo entenderlo.

SALARIOS Y CARENCIAS URBANAS.-  Tal vez el cruce de estas dos variables que aplica a la economía y el desarrollo humano, tengan como la base los bajos salarios que reciben los trabajadores de ciertos niveles en la producción y los servicios. Porque como se puede explicar que mientras el presidente Enrique Peña Nieto anuncia la creación de 3.6 millones de empleos, Coneval indica la presencia de 3.9 millones de nuevos pobres. Evidentemente no hay coincidencias en los rubros: combate a la pobreza, empleos y salarios. Demostrando que las estrategias necesitan redefinirse, e incluir la creciente pobreza urbana que ya no solo se acumula en las periferias de las ciudades, sino que crece en colonias céntricas y medianamente céntricas de las urbes. O podría indicarnos que en los 3.6 millones de nuevos empleos anunciados por el presidente (en el país), solo un segmento social resulta beneficiado (probablemente las clases medias), pero que una gran parte de la población de mexicanos permanece al margen de los beneficios del empleo formal y la seguridad social.

LAS TARJETAS DE PAPEL.- Como una simple estrategia de promocionar el voto con tarjetas de papel, calificó el consejero del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco (IEPCT), Víctor Humberto Mejía, la entrega de la tarjeta “La Ganadora”, que desde el 4 de mayo hace llegar a los ciudadanos el candidato a la gubernatura por la coalición Por Tabasco al Frente, Gerardo Gaudiano Rovirosa. Promoción electoral que Morena solicitó sean retiradas de la contienda por considerarlas parte de una competencia desleal. E incluso el mismo candidato presidencial de Todos por México, José Antonio Meade reparte una tarjeta similar denominada “Avanzar Contigo”, cuya respuesta es la misma. Un tema que sigue siendo polémico.