Sanear la economía, una oportunidad; el riesgo del segundo confinamiento

*La difícil batalla del gobierno de Sheinbaum, advertencia *Cerrar una sola vez pero en serio, o más tiempo a medias *Rescatar empleos y producción desde lo local: Kumamoto

LA CIUDAD de México es el epicentro de la actividad social, económica, política, cultural y demás de la República. No es casual que haya sido el principal foco de la epidemia importada y que contabilice el mayor número de contagios junto al Estado de México, entidad con la que comparte una zona metropolitana. Ahí, en la capital del país, ocurrió la primera rebelión abierta de un sector del empresariado ante el nuevo confinamiento. Un grupo de restauranteros se confrontaron con el gobierno de Claudia Sheinbaum y decidieron abrir a pesar de la advertencia de clausuras.

Casi desde el inicio de la pandemia diversos gobiernos y especialistas advirtieron sobre la dificultad de lograr un equilibrio entre la salud de las personas y la salud de la economía. Una economía que, por otra parte, ya estaba enferma como se pudo observar en la crisis financiera y la creciente pobreza.

El caso es que es en la Cdmx donde aparece uno de los primeros síntomas de choque entre la economía y las medidas anti epidemia. La capital está en focos rojos en el repunte del COVID-19. Anoche se reportaba un 88 por ciento de ocupación hospitalaria. Por eso Sheinbaum llamó a ser solidarios y evitar un colapso.

Es en la capital donde se han aplicado las medidas más avanzadas de combate al coronavirus de Wuhan. Pero es también ahí donde existe el mayor flujo de pasajeros, viajantes, personas procedentes del extranjero y del interior del país. Se han realizado más de un millón 200 mil pruebas; hay más de 370 mil casos activos. No se puede tener la puerta abierta y evitar que ingrese el intruso.

 

MÁS VALE UNA BUENA…

 

ALGUNA vez le comenté en este espacio lo expresado en una entrevista por el doctor Firdaus Jhabvala, especialista en planeación. Recomendaba cerrar un mes completo todas las actividades no esenciales en el país, llevar al máximo el confinamiento y que el gobierno -apoyado por los empresarios más adinerados- entregara un apoyo para la manutención a todos los habitantes del país durante esos 30 días. Sostuvo que saldría mucho más barato parar por completo  un tiempo, que a medias todo este tiempo. ¿Exagerado? Las cuentas lo dirán.

Nuestro país se encamina a un segundo confinamiento, pero con frenos parciales en varios sectores. Desde junio del año pasado, el Banco Mundial advirtió sobre los graves impactos que en la economía la contracción productiva y financiera ocasionada por esta pandemia.

Expuso en un informe que la caída sería la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y la primera vez desde 1870.

Un panorama dramático más allá de los juicios que merezca el BM como institución especulativa. Adelantó que la disminución en los ingresos per cápita (calculada en un 3,6 %), incrementará la franja de la pobreza y pobreza extrema este año.

Lo que sucede con los restauranteros en la Ciudad de México –dejemos por un momento la interpretación partidizada-, es lo que puede ocurrir en todo el país. Un paliativo sería el inicio de la vacunación, aunque el proceso todavía durará meses. A tabasco llegaron las primeras dosis para personal médico.

En la economía, esta epidemia obliga a un nuevo trato. En noviembre pasado, el activista y ex diputado Pedro Kumamoto, escribió sobre “Economía en la pandemia: un enfoque desde la comunidad” (El Financiero). Ahí señaló la necesidad plantear no sólo medidas a nivel de los gobiernos federal y estatales, sino – algo que “se ha discutido en menor escala”-, desde el municipio.

Expuso Kumamoto que como los gobiernos municipales tienen la ventaja de estar más cerca de la población, podrían ensayar algunas medidas. Refirió: “Un ejemplo de cómo impulsar la economía local a través de las inversiones municipales es el llamado 'Modelo Preston'. Nacido hace menos de una década en el condado de Preston, Reino Unido, este enfoque económico busca que el ayuntamiento, universidades públicas e instituciones de salud de la localidad, trabajen de la mano con la comunidad para adquirir la mayor cantidad posible de bienes y servicios de manera local”.

De lo que se trata, apuntó, es aprovechar el enorme potencial que significa orientar el gasto público en beneficio de la comunidad más inmediata. Claro, hacerlo con una meta distributiva y justa. Una forma de sanear la economía desde abajo. ¿Es mucho esperar de los alcaldes?

AL MARGEN

UN DÉFICIT en los gobiernos siguen siendo las normas de comunicación social y cuando han intentado legislar enfrentan la complejidad de este fenómeno. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó la totalidad de la Ley de Comunicación Social de Veracruz. Aunque no entró a debatir el fondo de la ley consideró que durante su aprobación se incurrió en diversas violaciones al proceso legislativo. La reglamentación, publicada el 17 de mayo de 2019, fue impugnada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al considerar que restringe los derechos de libre expresión y de prensa, así como otros preceptos constitucionales.

OTRO DÉFICIT que tenemos no sólo en Tabasco sino en todo el país es el de la oferta suficiente de espacios en las universidades públicas autónomas para la creciente demanda estudiantil. Más todavía ahora que las circunstancias económicas han llevado a migrar de las instituciones privadas. En la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) una de las especialidades de más solicitadas es la carrera de medicina. El rector Guillermo Narváez Osorio informó que más de tres mil jóvenes presentaron examen para sólo 400 lugares existentes. (vmsamano@hotmail.com)