Se va el caimán

Se va el caimán

El desguace del régimen político mexicano, y tabasqueño, parece inevitable, pero hay que reconocer que los destripadores han escogido un buen momento. El reptil, que dicen los que saben de eso que pertenece a la orden de los emidosaurios, se va, pero no se ausenta. Como en la copla “se va de palabra pero no de pensamiento”. Conste que sólo le atribuyo la calidad de reptil a los responsables de esta situación de un modo metafórico, ya que nunca deseo ofender a nadie, ni siquiera a los reptiles. Ellos son como los hizo la naturaleza, directísimamente influida por la Historia, que es una maestra sin discípulos. El problema es que da la sensación de que se van para que siga el disparate, pero con un sucesor inesperado, o incómodo, o temible, según quien lo vea. Ahora estamos oyendo hablar de Andrés Manuel López Obrador como el heredero del trono, que tiene la ventaja de no ser el discípulo de nadie, porque él es el único que tiene derecho a pontificar. ¿Cómo es don Andrés? Aparentemente sabemos todo por las redes sociales pero solo sabemos de él que lleva 18 años tratando de conquistar la Presidencia de la República y que ahora todos los astros se han alineado para que lo consiga. Sabemos que es de ideas fijas, incluso terco, y que es capaz de defenderlas contra viento y marea, pero no es lo único que sabemos. Hace unos meses proclamó en un discurso que va a cambiar la Constitución. El apasionado AMLO omitió decirnos quiénes se encargarán de tan delicada tarea, pero va a tener tiempo para aclararlo porque las aguas de la elección bajan cada vez más turbias y apestan a mayor número de personas normales. Nos da en la nariz que esto no va a tener arreglo con el nuevo Presidente, sea quien sea. Hay puertas chicas que se agrandan a la salida, del mismo modo que otras se estrechan para que no quepan los sustitutos, a los que no conocía nadie fuera de su despacho. Veremos a ver qué pasa porque la pelota está en el tejado y el tejado es de cristal. Lo único cierto es que AMLO ha dicho que deja la política si pierde a la buenas la elección, sin decir que en ese caso la política le habrá dejado a él, y nos condena a que estemos dejados de la mano de Dios. De Tabasco ha dicho mucho y Adán Augusto le está haciendo muy bien la tarea y por más que digan sus enemigos, el senador con licencia tiene su propio electorado, aunque el colchón es claramente él “pejismo. No se puede olvidar que ahí va Gina Trujillo, comiendo terreno todos los días, creciendo y creciendo, y muchos, cada vez más, piensan que puede dar la sorpresa, aunque Adán está muy arriba. La candidata priista está haciendo una campaña espectacular y brillante, y contra la corriente, que tiene más mérito. En todo caso lo que es un hecho es que el dos de julio comenzará un cambio radical en Tabasco y en México, gane quien gane. Todos esperamos que del caos actual salga la luz. Dicen por ahí, y lo creo, que peor no podemos estar los chocos, así que cualquier cambio tiene que ser a mejor.