Educación del futuro hoy

"De la independencia de los individuos, depende la grandeza de los pueblos". José Martí.

A decir de don Emilio de Ygartua, Rector de la Universidad Olmeca en Tabasco, "la pandemia por Covid19 nos cambió la vida", y es así en muchos sentidos, lo prolongado de la pandemia y los repentinos desastres o catástrofes naturales son una especie de "igualador", pareciera cumplen esa "función social" entre los que tienen mucho y los que carecen de casi todo, acontecimientos así nos hacen ver nuestra fragilidad, nos enfrentan con el hecho irrefutable de que no tenemos control de nada, y que lo mejor que podemos hacer quienes hemos pasado por estos momentos es retomar nuestra cotidianidad preparándonos para el futuro al que siempre deberemos ver objetivamente y con cierto halo de optimismo.

Teniendo eso en cuenta tenemos que pensar en los desafíos que enfrentamos hoy las Instituciones de Educación Superior, esos desafíos están determinados por las tendencias que ya se avistan actualmente y las proyecciones de su potencial influencia en las estrategias de los Estados en sus sistemas educativos.

La educación es uno de los sectores de los gobiernos en el que los países tardan más en integrar la tecnología, si eso no cambia o no se comprende esa necesidad el futuro puede ser difícil para los profesionistas de aquellos momentos, las exigencias del futuro serán mayores y los distintos perfiles profesionales que necesitarán las empresas habrán cambiado porque la realidad en las empresas y gobiernos se habría modificado.

¿Cuáles son esos posibles desafíos para el sector educativo del futuro?, las opiniones pueden variar, pero expertos coinciden en algunas como estas:

Acceso equitativo a una educación de excelencia. Indispensable no obstante ubicación geográfica y condición socioeconómica; el acceso ha mejorado, pero falta mucho para considerar que ese acceso es equitativo y que la educación que se imparte es de excelencia, sin mencionar la brecha digital.

Incorporación de avances tecnológicos en el aula. El desafío radica precisamente en que los avances tecnológicos están transformando rápidamente la manera en que vivimos y trabajamos; en la educación el reto será adaptar las estrategias de enseñanza y el currículo para preparar a estudiantes para un futuro cada vez más digitalizado.

Mercado laboral cambiante. El mercado laboral está experimentando cambios significativos debido a la automatización y la inteligencia artificial, particularmente en las grandes empresas que por su tamaño tienen la necesidad de la automatización de sus procesos más comunes; los empleos del futuro requerirán nuevas habilidades y competencias, adquirirlas y adaptarse será relevante para los futuros empleados.

Aprendizaje a lo largo de toda la vida. En medio de constantes cambios, el aprendizaje a lo largo de toda la vida se vuelve cada vez más una necesidad, todos debemos estar dispuestos a adquirir nuevos conocimientos y desarrollar nuevas habilidades de forma continua, para mantenernos actualizados y podernos adaptar a los cambios.

Desarrollo de nuevas habilidades. También llamadas habilidades del futuro o habilidades del siglo XXI, son un conjunto de competencias que se consideran fundamentales para estar preparados y aprovechar las oportunidades que se irán presentando en un mundo en constante cambio, todas van más allá del conocimiento tradicional: pensamiento crítico; colaboración o trabajo en equipo; creatividad; y, comunicación efectiva.

Financiamiento educativo acorde con la necesidad. Todos los proyectos de desarrollo de un país tienen por fundamento un proyecto educativo.

Este último aspecto pasa por cambiar de origen la forma como se ve por parte de los Gobierno la necesidad de financiamiento en este sector; administraciones pasadas parecían considerar el asuntos más como un gasto que como una inversión, y la realidad es que si queremos transformar al país debemos impulsar una educación de excelencia y eso incluye invertir lo que sea necesario para lograrlo, por supuesto con supervisión respecto del ejercicio presupuestal, pero el costo no debe ser un problema si previamente un proyecto de gobierno traza adecuadamente la ruta o rumbo que pretende seguir y el lugar a donde queremos llegar.