Segundo informe presidencial: optimismo frente a las crisis, “pasó lo peor” dice AMLO

*Asegura López Obrador: en diciembre los cimientos de la 4T *Para defender el proyecto, el cambio debe ser “voluntad colectiva”

EL PRESIDENTE Andrés Manuel López Obrador aseguró que cumplió ya 95 de los 100 compromisos que hizo el primero de diciembre de 2018; el resto “están por cumplirse o están en proceso”. No se trata, por supuesto, de que todo está hecho, sino de “sentar las bases del México del porvenir”, tarea que se concretará al cumplirse dos años de su mandato, sostuvo.

“A partir de entonces –dijo-, una vez que se tengan construidos los cimientos, solo quedará la tarea de terminar la obra de transformación y seguir gobernando con rectitud y amor al pueblo para contar siempre con su respaldo”.

En el corolario del llamado mensaje político de su discurso alusivo al Segundo Informe Constitucional de Gobierno, el mandatario federal expresó: “Estoy convencido que la mejor manera de evitar retrocesos en el futuro depende mucho de continuar con la revolución de las conciencias para lograr a plenitud un cambio de mentalidad que, cuando sea necesario, se convierta en voluntad colectiva, dispuesta a defender lo alcanzado en beneficio del interés público y de la nación”.

Deja en el ambiente una idea que, sin duda, ya tiene a sus simpatizantes y a sus adversarios buscando la respuesta: ¿Qué significa convertir en “voluntad colectiva”  la defensa de lo alcanzado?

EL RECURSO DEL MÉTODO

EL DISCURSO presidencial de ayer fue una recapitulación de las ideas y datos que ha expuesto cotidianamente. AMLO transformó la comunicación presidencial en una cita diaria y, más recientemente, añadió un mensaje semanal. Cuando inició su administración, el vocero Jesús Ramírez explicó que el Presidente tenía previsto un informe cada tres meses, como discursos públicos. Además de los que por ley debe entregar al Congreso de la Unión. Como usted sabe, desde que los gobernantes ya no acuden al pleno, se acostumbra también una intervención del Jefe del Ejecutivo en turno ante integrantes del gabinete e invitados especiales; aunque el actual mandatario aclaró que no serían más aquellas ceremonias fastuosas envueltas en un derroche insultante para el pueblo. Usted tiene los elementos para concluir qué tanto se avanzó.

Podemos decir que no hay sorpresas. Lo que como candidato AMLO propuso en sus proyectos de Nación (2006, 2012 y 2018), es lo que recogió en su discurso de toma de posesión en diciembre de 2018 y las definiciones que adicionó al Plan Nacional de Desarrollo (mayo de 2019), que “por primera vez en 36 años de periodo neoliberal (…) no se ajusta a los dictados de los organismos internacionales ni de los gobiernos extranjeros", según expuso en su momento.

En lo que el propio AMLO calificó como su primer informe de gobierno lo realizó el 15 de marzo de 2019, con motivo de los primeros 100 días de su administración; posteriormente, al cumplirse un año de su triunfo electoral, el primero de julio de ese año, presentó su “segundo informe al pueblo de México”. El tercero fue en septiembre, cuando también envió al Congreso de la Unión el primer informe anual de labores.

SEGUIR LA MISMA RUTA

CONOCIDA su costumbre a comparecer en público, un “cuarto informe al pueblo de México”, lo hizo el primero de diciembre, a los 12 meses de su toma de posesión. El quinto informe fue el 5 de abril de 2020, el sexto el primero de julio, el séptimo fue el de ayer primero de septiembre y cerrará el año con un octavo recuento, éste anual, el primero de diciembre.

Se ha mantenido el formato y las ideas centrales, sólo tuvo que cambiar la presentación obligado por la emergencia sanitaria de la epidemia en el país. Quienes siguen cotidianamente sus conferencias matutinas podrán constatar lo que observó el periodista Jaime Avilés allá por inicios de los años noventa, cuando AMLO construía su movimiento yendo comunidad por comunidad: hay una reiteración e insistencia en los conceptos centrales de su idea de gobierno. Es una prédica y pedagogía, observó.

Dijo ayer AMLO: “algunos críticos piden que se gobierne en sentido distinto, que prescindamos de nuestro ideario y de nuestro proyecto, que apliquemos recetas económicas contra las que hemos luchado o que seamos tolerantes con la corrupción que nos propusimos erradicar. Piden, en suma, que yo traicione mi compromiso con la sociedad, que falte a mi palabra y que renuncie a mi congruencia. Y eso, lógicamente, no va a ocurrir”. Es en esta etapa en la que el protagonista de su historia requiere del acompañamiento de una estructura y una suma de voluntades que compartan el mismo ideario. Es lo que se define en el 2021.

Al cumplirse los primeros cien días de su administración, el presidente López Obrador anunció haber cumplido 62 de los 100 compromisos; para el primero de julio, cuando apenas llevaba siete meses al frente del gobierno, autoevaluó contar con 78 compromisos cumplidos. Ayer, como mencionamos líneas arriba, reportó como pendientes sólo 5 del total. En estos 100 compromisos hay desde acciones que se realizan una vez y quedan como normativas (reformas legales), otras que corresponden a inversiones progresivas (programas sociales), así como las que implican un comportamiento que es responsabilidad de individuos y colectividades.

Hay materia para evaluar al Presidente, a su gabinete y a su proyecto.

AL MARGEN

COMBATE a la corrupción, una política de austeridad, no endeudamiento y la aplicación de los recursos obtenidos para darle prioridad al rescate de los más pobres, fueron los ejes del discurso presidencial, lo mismo que la obligada referencia a las dos crisis actuales: la sanitaria y la económica. De ésta última se comprometió a reactivarla “de abajo hacia arriba”; fortalecer el poder de compra de las mayorías. “Ya pasó lo peor”. Hay que evitar las recaídas. (vmsamano@hotmail.com)