Selva Tabasqueña

Nos dicen con firmeza que va más allá de un cambio cosmético, que la Secretaría del Bienestar viene con todo y pretende sentar nuevas bases de lo que debe ser una de las inversiones más significativas y urgentes de la gestión gubernamental: “la inversión social”.

Muy convencida y en un papel festivo, doña María Luisa Albores González nos decía ayer que “el nuevo enfoque de la política social partirá de combatir la desigualdad y la pobreza de manera honesta, transparente y participativa.  Pondremos mayor esfuerzo y corazón en el sur-sureste”. Se puede intuir que es una instrucción literal y directa del oriundo de Macuspana, “amor con amor se paga”, lo ha repetido hasta el cansancio.

Ayer hablábamos de un tridente en el ramo energético, y hoy tenemos que decir que el Gobernador electo Adán López Hernández jugará fuerte en otro más, el de los nuevecitos gobernadores del sur-sureste – Chiapas, Tabasco y Veracruz- que entraran a la par de la gestión amloista 2019-2024; sin duda Adán Augusto será cabeza referencial de los esfuerzos que los gobernadores, particularmente Rutilio y Cuitláhuac, hagan en pos del desarrollo justo y anhelado de esta zona que por ratos parece olvidada en el concurso nacional, ya que presenta los mayores índices de marginación y pobreza; ello lo han entendido muy bien los vecinos, que saben que si bien el Sur –Sureste llevará mano, más la llevará si esta es levantada desde Plaza de Armas, por lo que ni Escandón ni García entraran en un desgaste por competir el “amor” del jefe máximo, optaran sí, por hacer un equipo compacto y poderosísimo de gobernadores aliados de la transformación.

En lo que toca a Tabasco, no se debe dejar de lado las bondades en la comunicación que el gobernador electo y en su momento en funciones, tendrá con las instancias que apuntalarán el desarrollo; en PEMEX con Romero Oropeza, en Secretaría de Bienestar con su titular sin duda, pero con una importantísima y productiva interlocución de May Rodríguez, en la Coordinación del Programa de Agro-reforestación con Hugo Chávez Ayala, y hasta en el SAT, ya que una “cercanísima” se dice apunta hacia la Administración General de Auditoria.

Un reto y quizá el más elemental es ejecutar de sabia manera los programas sociales para erradicar la “tentación” de utilizar la asistencia con fines electorales, ya que eso en la nueva realidad gubernamental de este país no tendrá cabida ni será tolerado, ayyy de aquel que quiera lucrar políticamente con los pobres, retumba a diario entre el equipo de AMLO…

Zarpazo. ¿El barril de petróleo podría cerrar el año en 100 dólares? Sería una bocanada genial para el entrante gobierno; los astros se alinean dicen por ahí…