SELVA TABASQUEÑA

El país demanda un consenso

Casos de éxito como el de Finlandia, Singapur o Portugal por mencionar algunos, son los que alientan a las naciones del mundo -sobre todo las que aún están en subdesarrollo- para intentar dar el gran salto, para tener una gran base poblacional bien preparada académica y culturalmente que impulse el avance anhelado.

En nuestro país no es secreto que en cada etapa histórica, los mandatarios no ha ocultado su intención de imponer sus visiones, perfiles, formas, hasta humores o simplemente ponerse en la línea conductual que el entorno mundial impulsa, y allí el tema Educativo no ha sido la excepción; basta con consultar la historia de la educación pública en México para darnos cuenta de cómo este segmento ha sufrido incontables cambios, por ello AMLO no es la excepción, y como mandatario, luchador social de años e impulsor de un nuevo régimen, sabe que el país demanda un consenso para que la educación sirva, sea gratuita y sea de calidad. No por nada desde las mañaneras sigue indiciando a los gurús del neoliberalismo por la era caótica, que solo ha producido más pobreza, desigualdad, rezago educativo y violencia, los frentes son diversos y la confrontación sigue siendo férrea y hasta preocupante.

Con su memorándum, el presidente desato una valiosa oportunidad para los defensores y para los detractores de 4ta Transformación; no se debe nadie rasgar las vestiduras por lo que se llama arbitrariedad, ilegalidad o indicios autoritarios, toda vez que en el sistema federal mexicano existen medios de defensa plenamente establecidos para hacer frente a actos de autoridad que atenten contra la constitución y los derechos humanos, y más cuando el Presidente a diario pregona que en el actual régimen no hay cabida para invasiones de competencias y si para la auténtica división de poderes, no es posible encontrarse con sumisiones de los poderes (legislativo y judicial) para con el Ejecutivo, hoy quien considere que sus derechos son vulnerados debe de inmediato acudir ante la justicia federal, para que el poder judicial en plena autonomía y libre de “extrañas” presiones pronunciarse y resolver sobre ello. En tanto la intentona administrativa del Presidente debe servir para que el debate se nutra y se logre a la brevedad una provechosa Reforma, ya que más años perdidos serian catastróficos.

Porque como referente inmediato, se debe decir que Enrique Peña tuvo la “atinada” conducción política para que en el seno del Pacto por México, la reforma educativa fuese una realidad, eso sí, la mentada reforma tuvo una “brillantez” en cuanto a lo político, pero no así popular y gremial, ya que sigue manteniendo altos niveles de repudio y la prueba más contundente de ello es que a pesar de los miles de millones de pesos del presupuesto público que se invirtieron en su confección, promoción e implementación, al día de hoy no ha dado ningún resultado satisfactorio, ni ha resultado ser la panacea prometida, hoy lo único claro es que agoniza

Desde Palacio Nacional, como impulsor de un tema que es toral para la reivindicación nacional, el presidente de la mano del Legislativo, maestros, padres de familia, alumnos, especialistas y sociedad civil organizada deben tejer una estrategia inteligente para lograr un consenso si no unánime, si mayoritario, en el que el grueso de los actores inmiscuidos confluyan en la conformación de un modelo educativo que ya requiere alejarse de jaloneos, conveniencias y caprichos y se convierta de una vez por todas en la principal palanca de desarrollo de las generaciones presente y futuras…

Zarpazo: Dicen que las segundas partes no siempre son buenas; a un alcalde se le percibe incómodo y fastidiado ¿será?