Si el PRD quiere vencer, debe de convencer

Si el PRD quiere vencer, debe de convencer

NOTA BENE

Si el PRD quiere vencer, debe de convencer

Las afinidades y desencuentros en el perredismo choco dejarán paso al “entente cordiale” previsible entre Darwin González Ballina y los “focilistas” que fueron vencidos, democráticamente, por una mayoría casi aplastante de compromisarios. Juan Manuel Fócil, y sus aliados, han sido durante muchos años la corriente mayoritaria en el PRD tabasqueño y como tal se les ha respetado y ahora, -al margen de ejercer su derecho a llevar a los tribunales su descontento por la forma-, tendrán que reconocer que el fondo del asunto no les favorece. Eso sería lo ideal para la izquierda en el estado y todo parece indicar que después de “masticar” su derrota, y registrar su inferioridad como un hecho, aceptarán la realidad como única opción razonable. Ni a la nueva dirigencia ni a la anterior les conviene tirarse a matar porque si aciertan en sus disparos dejarían de ser enemigos a muerte. Tengo para mí que Darwin va a dar muchas y gratas sorpresas convirtiéndose en el árbitro imparcial que buscaban la mayoría de los perredistas, y eso es una buena noticia para todo Tabasco. Los partidos políticos deben de mantener internamente lo que defienden públicamente: La democracia. No solo es un deseo, sino un ordenamiento constitucional que, de ser violado, puede ser reclamado ante los tribunales. Hasta donde lo conozco Darwin González Ballina goza de la sabiduría que dan la experiencia y la honradez y esas dos virtudes, bien empleadas como se espera, darán pie a una convivencia armónica en el Partido de la Revolución Democrática, permitiendo que todas las corrientes se expresen libremente para al final lograr los acuerdos necesarios para que su proyecto se asiente en el imaginario colectivo de Tabasco con fuerza. El PRD hasta ahora daba la percepción de ser un bosque con más lobos que caperucitas rojas y el reto es convertirlo en un partido político que aspira a conservar el poder, pero teniendo como objetivo el bien común, con propuestas razonables de leyes que convenzan y no solo venzan. El PRD quiere vencer en las elecciones pero también tiene el deber de convencer. Y esa es la tarea que tiene el nuevo liderazgo: No ganar por el rechazo del electorado al contrario, sino por las propuestas propias.

Por Antonio López de la Iglesia