Sismología electoral

Sismología electoral

En los siguientes días veremos el verdadero tamaño de los sismos que padecerán los competidores del 2018 por la asignación de candidaturas al Congreso. Este fin de semana hubo los primeros temblores.

En el PAN pareció anunciarse una gran sacudida con el deslinde del gobernador de Chihuahua,  Javier Corral, por el carácter, a su juicio elitista y soberbio, de las asignaciones. Antes de que el fuego corriera, sin embargo, el propio Corral se apresuró a decir que su deslinde no incluía romper con Anaya ni con el Frente, mucho menos con el PAN.

En el PRI, corrieron rumores de que cambiaría la dirigencia nacional y habría un magno reacomodo, pero todo acabó, por lo pronto, en la salida de un senador de Guanajuato que quería ser candidato a gobernador y no se la dieron. Será quizá el candidato de Morena, a cuyas huestes cruzó.

En el PRD hubo sillazos y golpes en protesta por unos votos de consejeros que se denunciaron como fraudulentos, pero al parecer las candidaturas quedaron definidas sin mayores rasgamientos.

En Morena, lo mismo, y aún más claro: sin incidente digno de ser registrado.

Faltan muchas candidaturas, entre ellas todas las de las elecciones locales. El tsunami interior de las fuerzas políticas podría venir con ellas, creciendo de lo micro a lo macro.

Pero en el ámbito federal, tomando como referencia lo sucedido este fin de semana, uno diría que los partidos han contenido sus erupciones internas y parecen en comando de sus fuerzas.

Será que sus escisiones fundamentales en ese nivel ya sucedieron y hay poco que ganar a estas alturas, en el orden federal, cambiándose de bando.

Seguramente peco de ingenuo en mis impresiones, pues en esto de la lucha política las únicas cosas que nunca duermen son la discordia y las bajas pasiones.

Me gusta pensar, sin embargo, que las escisiones internas no serán el espectáculo dominante de las elecciones que vienen, y que los candidatos podrán concentrarse en lo que olvidan con frecuencia sus partidos: eso que la gente espera de ellos, no sus pleitos, sino sus ideas, sus programas, sus compromisos y su toma de responsabilidades.