Slim el Presidente y los de en medio: Un México de abrazos

Slim el Presidente y los de en medio: Un México de abrazos

Hay quien dice, sin falta de razones, que estamos a punto de cerrar un círculo vicioso en el que los que defienden al Presidente, y a su cruzada de la 4T, y los que lo atacan, dividen a  México casi en dos mitades. Los seguidores de Andrés Manuel López Obrador, y de MORENA, van ganando notablemente la batalla, mientras que en la prensa tradicional, se ha refugiado el sector contrario aunque no de forma mayoritaria pero si representativa. Ambas partes tienen argumentos atendibles, pero la forma en la que los plantean son en extremo agresivas, insultantes, de encono y confrontación que está a punto de pasar de lo intelectual al choque físico entre defensores y opositores del gobierno de AMLO. Hasta hace no tanto esto no era visible y ni siquiera se podía pensar que estaríamos en esta tesitura a estas alturas del partido de la Transición. Todo esto ocurre en México, que es un país plural y tolerante, hasta ahora, y que conoce y se enorgullecía de los múltiples tonos de grises que hay en medio de este blanco o negro que nos proponen los tóxicos agrupados en una u otra opción. En medio estamos la mayoría, la inmensa mayoría de los ciudadanos, que lo que más nos interesa, al margen de a quien destinemos nuestro voto, es que nuestra nación prospere en un régimen democrático, abandone la pobreza y acabe con la corrupción para así poder pasar definitivamente a donde pertenecemos por tradición humanista y recursos naturales: al primer mundo. El empresario más importante de México, y uno de los más poderosos del mundo, Carlos Slim, recibió en estos días, de manos de López Obrador, el galardón Premio Nacional de Ingeniería en donde y según informa Proceso: “la proximidad entre presidente Andrés Manuel López Obrador y el magnate Carlos Slim Helú se puso de manifiesto una vez más este lunes, en Palacio Nacional, donde hubo intercambio de abrazos y mutuos elogios”. Entre ambos ha habido diferencias y encuentros antiguos y recientes, pero siempre han sabido mantener el hilo de mexicanidad y respeto que nos debería de servir como ejemplo de cómo afrontar los cambios de sociedad que estamos afrontando. Slim, en buena medida, pertenece a esos que están, estamos, en medio de los radicales de uno y otro signo y que pugna claramente por el bien de México en paz y sin necesidad de enfrentar al que piensa y actúa diferente. Y no solo eso porque aunque en ocasiones no ha sido el empresario favorecido por el nuevo régimen político, no deja de creer en el México actual y lo demuestra con sus propuestas para que nuestro país crezca y lo haga con rumbo y trayecto claros. El propio presidente informó que próximamente se van a anunciar 15 proyectos estratégicos para que, juntando los esfuerzos del sector público y del privado, se revitalice la inversión y con ello el empleo y el crecimiento. Y en todo este ilusionante anuncio Slim estaba detrás, asesorando, sugiriendo, apoyando de forma muy noble y generosa. Ese es el México que queremos la mayoría de los mexicanos: una nación en la que unos y otros, piensen lo que piensen, y representen lo que representen, se junten por un bien mayor, y se den un abrazo, y no pierdan el tiempo en divisiones que a nadie le traen nada bueno.