Como, luego existo: soberanía, alimentos y seguridad; el peso de la dependencia

ES CONOCIDA la expresión "la panza es primero", que luego popularizó Eduardo del Río (Rius) en un Volumen ilustrado con sus caricaturas (1972)

*Del extranjero, el 80 por ciento de los granos que consumimos

*Desafío mexicano: garantizar la comida y mejorar los hábitos

*Ante la crisis: medidas urgentes, menos controles, mayores riesgos

ES CONOCIDA la expresión  "la panza es primero", que luego popularizó Eduardo del Río (Rius) en un volumen ilustrado con sus caricaturas (1972), como una monografía sobre los malos hábitos de la alimentación en México (y en el mundo), al tiempo que revisó consejos médicos y bibliografía sobre el bien comer. Polémico sin duda, pero aquel texto ya abordaba un problema que se agudizó con la avasallante subcultura del lucro y del consumo excesivo. "La panza es primero" recuerda aquella frase histórica atribuida a Vicente Guerrero: "La patria es primero".

Otros estudiosos se han referido a la importancia de la soberanía alimentaria, la independencia en el abasto de alimentos, para garantizar la soberanía de una nación. En este sentido panza y patria aparecen casi como sinónimos.

Todos los gobiernos –de derecha, izquierda, centro, conservadores, liberales, etcétera- comprueban a lo largo de la historia que el hambre es alimento de revoluciones o factor determinante en la caída de imperios, naciones, pueblos. Garantizar el alimento es la medida del éxito o fracaso de un sistema.

Escribió Honorato de Balzac que "el hambre hace salir al lobo del bosque". Recordando una frase reiterada en las campañas presidenciales del 2018 también se puede afirmar que "domar al tigre, es darle comida suficiente".

INTENCIONES Y MÉTODOS

EL GOBIERNO ACTUAL se propuso lograr la soberanía alimentaria. Creó, para este objetivo, un organismo público descentralizado: Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), sectorizado a la Secretaría de Desarrollo Rural (Sader), mediante decreto del 18 de enero de 2019. Se reconoció entonces que por mandato constitucional corresponde al Estado garantizar que toda persona "tenga derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad".

De la misma forma se comprometía a promover el desarrollo integral y sustentable, y sobre todo realizar las acciones para garantizar el abasto suficiente de alimentos para toda la población.

Como usted sabe, lamentablemente Segalmex comenzó con una mala pata. Recientemente el secretario de la Función Pública, Roberto Salcedo Aquino, informó que hay 38 denuncias sobre presuntas irregularidades en Liconsa, Diconsa y Segalmex, todas estas dependencias vinculadas a la alimentación popular. El primer director de Segalmex, Ignacio Ovalle Fernández (de las mayores confianzas de AMLO), tuvo que renunciar y ser sustituido por Leonel Cota Montaño. Las denuncias están siendo procesadas por la Fiscalía General de la República (18 de agosto de 2022).

En mayo reciente, el presidente López Obrador reconoció el grave déficit en producción de alimentos. Señaló que México compra actualmente un 80% de los granos que consume. Tenemos que orientarnos al maíz, frijol, arroz, dijo y alertó: "ahora también vamos a tener problemas con el trigo porque es el que está aumentando más de precio a nivel internacional, entonces tenemos que producir más y pensar en el autoconsumo". La guerra declarada de Rusia contra Ucrania afectó notablemente el mercado de alimentos ya dañado por la reciente pandemia.

López Obrador anunció que se propone que el programa Sembrando Vida "se oriente a (productos) básicos o que se vayan intercalando cultivos; si están sembrando café, cítricos, naranja, limón, árboles frutales, ahí siembren maíz (...)" En varios lugares del país desde un principio se definió a Sembrando Vida como un proyecto con  un sistemas productivos agroforestales.

De la misma forma se había expuesto oficialmente que tenía como meta impulsar la autosuficiencia alimentaria se sembradores y sembradoras. Habrá que recordar que en Tabasco en los años ochenta se estableció la denominada economía de traspatio. A nivel nacional también por aquel tiempo funcionaba el denominado Sistema Alimentario Mexicano (SAM). Intenciones y métodos.

NO BAJAR LA GUARDIA

LEEMOS en el diario La Jornada: "Sin control sobre el acceso ni producción interna de alimentos, esquema heredado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía (Apacic) cede otro de los pilares en seguridad alimentaria al libre mercado: las garantías en la calidad de los productos que van a consumo humano, a cambio de poco margen para contrarrestar las presiones inflacionarias que en su mayoría vienen de fuera de México, advierten especialistas". (Dora Villanueva, 17 de octubre de 2022).

Se refiere así al acuerdo presentado en mayo y luego modificado a principios de octubre con medidas que –se dijo- permitirían aumentar la producción y reducir los costos regulatorios y logísticos. Se trata de medidas urgentes que responden al riesgo no sólo de una carestía incontrolada sino también de la falta de alimentos, pero que abren otros frentes.

El tema de fondo es cómo enfrentar no sólo la situación actual sino un rezago histórico y una creciente demanda. El cambio de modelo también tiene que ver con el estómago, esto es el consumo. La otra cara de la seguridad en un país. (vmsamano@hotmail.com)