Sobre el tamaño de la pandemia

Conforme pasan los días, crece la distancia entre el tamaño de la pandemia que describe el gobierno y la que ven los especialistas

Conforme pasan los días, crece la distancia entre el tamaño de la pandemia que describe el gobierno y la que ven los especialistas.

No es una distancia menor. Lo que sabemos con cifras del gobierno es que los contagios van a la baja y que va a la baja también el número de pruebas que se hacen en México. Los hechos son coherentes entre sí: a menos pruebas, menos contagios detectados.

Sabemos, con cifras y criterios oficiales, que en estos días el país llegará a 60 mil muertos, cifra que el gobierno describió hace un par de meses como el escenario “catastrófico”, el peor que podía imaginarse en ese momento.

Ya estamos ahí, en el escenario catastrófico previsto, pero la evaluación que el gobierno hace de su manejo de la pandemia es que ha sido exitoso, y vamos de salida.

Sabemos también, por cifras del gobierno, que uno de sus grandes indicadores elegidos para medir la pandemia, la saturación de hospitales, no alcanzó nunca momentos críticos.

Por cifras oficiales sabemos también que, para el 27 de junio, había 71 mil muertes más en el país que las registradas hasta ese momento en los hospitales. Es decir, que la baja ocupación de hospitales podía estar diciendo simplemente que la gente se moría en otra parte, que los hospitales hacían solo parte de su tarea.

Las mediciones independientes de muertes por la pandemia, a partir de cifras oficiales, hablan de un factor de multiplicación de muertes que da vértigo.

Un conteo de las muertes por covid-19 hecho en juzgados de Ciudad de México dio tres veces más que las oficiales. Unos cálculos hechos, a partir de las cifras oficiales de muertes excedentes en 20 estados de la república, llevaron a varios expertos a un factor similar: tres veces más muertes que las oficiales en todo el país.

Lo que hay tras esta sorda guerra de cifras entre el gobierno y los expertos, es que México puede estar sufriendo una pandemia más grande y letal de lo que podemos imaginar. Una cosa es cierta a estas alturas: las cifras oficiales no son ciertas. Lo que falta saber es por cuánto.