Tabasco y su lucha contra la pandemia del COVID-19

Cuando parecía que las piezas del ajedrez político se acomodaban adecuadamente para que nuestro estado saliera del rezago económico y social

La adversidad toca la puerta de los tabasqueños una vez más. Cuando parecía que las piezas del ajedrez político se acomodaban adecuadamente para que nuestro estado saliera del rezago económico y social que durante décadas se fue agudizando por obra y gracia de malos gobiernos, de China nos llega la pandemia del coronavirus COVID-19 que, si bien ya está afectando a todo el país, parece que va a golpear con mayor fuerza la salud y la economía de los habitantes del Edén.   

Por la puerta grande entró el COVID-19 contagiando al gobernador Adán Augusto López Hernández y a la secretaria de Salud Silvia Roldán. Tabasco pronto se ha colocado entre los primeros lugares en el número de contagios y fallecimientos por cada 100 mil habitantes. Las cifras del domingo no muestran a 335 pacientes confirmados de COVID-19, 571 negativos, 301 sospechosos, 38 muertos y 114 recuperados. Lo alarmante es que, en 24 horas, de sábado a domingo, se confirmaron 57 nuevos casos y 10 nuevas defunciones.

Para el gobernador Adán Augusto queda claro que lo primero que hay que resolver es la salud de los tabasqueños, para lo cual ha informado que se disponen de 400 millones de pesos, a fin de contar con los servicios hospitalarios que se necesitan para enfrentar el COVID-19. Esperamos que así sea.

En México estamos por entrar a la Fase 3 de esta pandemia y el pico más alto de infectados se prevé para la segunda semana de mayo. La carrera contra el tiempo está en su máximo nivel a fin de resolver dos problemas esenciales para atender adecuada y oportunamente a los enfermos: 1) el personal especializado y el abastecimiento de los insumos médicos indispensables; y 2) el confinamiento voluntario.

La situación de la pandemia en todo el mundo ha provocado una intensa lucha comercial por el desmedido incremento de la demanda de materiales y equipos médicos, por lo que el acuerdo del presidente Andrés Manuel López Obrador con sus homólogos de China y de Estados Unidos para abastecernos de algunos insumos va a contribuir para que los hospitales estén en condiciones de responder al crecimiento de los contagios. De esta forma se responde a la inconformidad de médicos, enfermeras y personal de apoyo encargados de atender a los enfermos por el COVID-19, para que cuenten con los equipos necesarios lo más pronto posible y fortalecer así a la primera línea de ataque contra esta pandemia.

Sobre el confinamiento voluntario la mayoría de las familias ha entendido que debe hacer un esfuerzo por mantenerse en casa, aunque algunos despistados e inconscientes no han logrado asimilar la magnitud del problema que tenemos enfrente.

Pero también es importante considerar que tenemos a muchas personas que necesitan salir a la calle para obtener ingresos y llevar alimentos a su familia, o bien quienes teniendo dinero tiene que salir a abastecerse para sobrevivir el confinamiento.

En Tabasco, al igual que en otros estados del país, el gobierno estatal va a distribuir 150 mil despensas cada mes a las familias más necesitadas, del 20 de abril hasta que termine el confinamiento, con lo que se espera cubrir a la mayoría de los trabajadores informales que dejaron de laborar y a los formales que fueron despedidos sin el salario correspondiente al mes de abril. También se va a subsidiar con el 50 por ciento del consumo bimestral a 144 mil 752 familias con consumo de hasta 450 kilowatts.

Sin embargo, ahora hay que considerar que las medidas establecidas por la emergencia sanitara (cierre de actividades productivas y comerciales no esenciales y confinamiento voluntario) se ampliaron hasta el 30 de mayo y ya se anunció que vienen las semanas más complicadas de los contagios de COVID-19, por lo que las decisiones de los gobiernos, en sus tres niveles, tienen una importancia vital para evitar que los contagios desborden la capacidad de los hospitales y compliquen las soluciones a las crisis de salud y de la economía.

Es tiempo de que la intervención de los distintos niveles de gobierno, prevista por la 4T, se haga sentir en su capacidad para coordinar acciones de la sociedad que contribuyan a superar uno de los principales desafíos: mantener el confinamiento voluntario para reducir los contagios del COVID-19.

De hecho, se observan ya acciones que la propia sociedad está realizando para defenderse de la difícil situación, llevando productos del mercado o comida de restaurantes a domicilio. Esto sin duda contribuye a evitar contagios, pero requiere generalizarse contar con la garantía de que se va a cuidar la sanitización de todo el proceso y la entrega adecuada. Así, tanto el gobierno estatal y como los municipales deberían de organizar a locatarios, restauranteros y repartidores en bicicleta, motocicleta o taxi, para echar a andar dos acciones que mantengan a las personas en sus casas:

Ø  Del mercado a tu casa. Llevar productos de primera necesidad de los mercados públicos a los domicilios.

Ø  De la cocina a tu mesa: Llevar comida preparada de los restaurantes a los domicilios.

Otra acción del gobierno estatal para reducir los contagios de la pandemia es cuidando a la primera línea de ataque, esto es, concentrar en hoteles cercanos y facilitar su traslado a los hospitales (subsidiado por el gobierno) a los médicos, enfermeras y personal de apoyo que atiende a los enfermos de COVID-19, pues son potenciales agentes de contagio. Además, así se evita que la gente los discrimine.

La creatividad, capacidad de organización y sobre todo el sentido de oportunidad de las acciones del gobierno estatal y de los ayuntamientos, son fundamentales para que los tabasqueños se queden en su casa, se mantenga el control de los contagios y se evite el desbordamiento de la atención hospitalaria, sin necesidad de llegar a la medida drástica del confinamiento obligatorio acordado por el gobierno de Jalisco. Del impacto económico hablaremos en la próxima colaboración.