Tanto tiempo esperándote

La vida maravillosa y bella se manifiesta en distintas formas

UNO

¿Te has puesto a pensar en todo lo que tiene que suceder antes para que se den las cosas a como las conocemos? Sea un encuentro por primera vez de dos personas que coinciden en gustos y metas. Sea una construcción, donde antes no había nada más que monte. Sea la construcción de un monumento, una fuente, un parque de juegos, una ciudad deportiva. O los cocos de una alta o chaparra palmera. Repito: todo lo que tuvo que suceder antes en coincidencias, encuentros y tantas cosas.

DOS

La vida maravillosa y bella se manifiesta en distintas formas. Tan importante una como las otras. Qué maravilla el germinar de la semilla, oculta en la tierra. Y cómo se va elevando desde la oscuridad entre dificultades varias, hasta brotar a la luz. Y todos los procesos de nutrición, fotosíntesis y humedad para su crecimiento hasta hacer brotar la flor y luego el tomatito contentito como la planta toda y yo, el crecimiento del tomate hasta su maduración. Y ya en este momento, bien lo come el pájaro o lo como yo. Y a seguir sembrando para seguir cosechando.

TRES

Imagina un bello mueble de madera. Lo admiras. Y si lo necesitas y puedes, lo compras. Sentado frente a él, piensas en todo lo que tuvo que pasar en sus procesos para llegar hasta ti. De entrada la siembra del arbolito y todo su proceso de crecimiento, lo mismo que la planta de tomate anterior. Para ello, en el caso del árbol de madera preciosa, digamos nogal, sándalo o cedro, años en los que hubo viento huracanado, exceso de sol, temporada de frío, lluvia a veces y a veces no, y luego la decisión de corte y su transporte al aserradero, y la cuchilla inmisericorde para hacer los tablones y luego su arribo a la carpintería donde el carpintero hace la obra maestra, con martillo, clavos, escofina, pegamento especial, máquinas de corte, etc. Y ese mueble está allí en tu casa, con su olor a maderas.

CUATRO

Me maravilla el niño lector, o el niño músico. Que luego crecen para ser los adultos que nos maravillan con lo que realizan. Y no nos imaginamos el proceso por el que pasaron, desde sus inicios con el aprender a leer y a escribir, en ocasiones el niño músico aprende a leer música antes que el abecedario conocido. Y en ese aprendizaje del lenguaje musical se mete en conceptos de notas, ritmo, pentagrama, velocidad, compases, ligaduras, tonos, etcétera. Y que a lo mejor él quiso ir a jugar al saltacuerda o escondidas con sus amigos y se tuvo que quedar a practicar lo que luego representó en su modo de vida.

CINCO

Lo mismo el niño deportista, quien desde sus primeros años lo ponen a patear un balón de futbol o de beisbol u otro deporte, y el niño entusiasmado va creciendo con esa idea fija de practicar el deporte toda su vida, que además de lo físico lo hace ser disciplinado, ser colaborativo en equipo, desarrollar lógica de anticipación, etcétera. O el niño que aprende ajedrez en casa o en un taller cercano. Y lo mismo va desarrollando una forma de mirar lo exterior de una manera distinta a quien no lo practica.

SEIS

O el orador o declamador que por él mismo o su padre o hermanos mayores lo metieron a un proceso de aprender un poema largo, digamos Los motivos del lobo o La Chacha Micaila, u otros parecidos, para luego enseñarle a modular la voz, y a manejar su cuerpo acorde a lo que los versos van diciendo. Y al verlo nos decimos que cómo es posible que un chico se haya aprendido tanto y lo diga con verdadero profesionalismo de tal manera que logra llegar al corazón de los oyentes. Y yo que no me aprendo cinco palabras juntas.

SIETE

Todo tiene una historia anterior que determina lo que estamos viendo y la manera como se nos presenta. Nada es por generación espontánea. Cuando vamos por la carretera miramos campos bellamente sembrados, sorgo y trigo con espigas, dando el color áureo o café característico de lo bruñido por el sol de los granos en la espiga; o los elotes ya para su corte, con la belleza alta de sus plantas coronadas por la mazorca lista ya para su corte e ir en grano al esquite o al pastel de elote, o la mazorca cocida o dorada con los vendedores de la calle. Y para eso hubo que pasar el trabajador decenas de veces para regarlo, echar polvo para hormigas y finalmente cortar las mazorcas para que sigan su ruta destinada en el comercio.

OCHO

Y el amor, cuando dos personas crecen en ambientes distintos, a veces en geografía muy distante, y se van dando los hechos que sin querer los van acercando, empezando por lo que leen, por lo que estudian, y en un momento de su vida, coinciden en una oficina de trámite, o en el mismo centro de trabajo, o los comisionan juntos, o se conocen en el aeropuerto, y charlan por estar en asientos colindantes, y cruzan miradas y se reconocen en sus almas, e intercambian dirección de correo o números de teléfono. Y surge una historia de amor que termina o no termina. Pero imaginemos por todo lo que tuvieron que pasar separados para que se den las condiciones del encuentro y el flechazo, por decirlo así.

NUEVE

Serrat lo dice en la canción “Es caprichoso el azar”:

"Fue sin querer/  Es caprichoso el azar/ No te busqué/ Ni me viniste a buscar/ Tú estabas donde no tenías que estar./ Y yo pasé/ Pasé sin querer pasar. Y me viste y te vi/ entre la gente que iba y venía/ con prisa en la tarde que anunciaba chaparrón... tanto tiempo esperándote. Tanto tiempo esperándote..."