Tecnológico de la Venta: Mucho ayuda quien no estorba

Con la llegada de Adán Augusto López Hernández a la gubernatura a muchos se les llenó la boca de la palabra “reconciliación”

Con la llegada de Adán Augusto López Hernández a la gubernatura a muchos se les llenó la boca de la palabra “reconciliación”, aunque con los hechos se han dedicado más a poner piedras en el camino de la Transformación del estado. En este sentido conviene recordar que mucho ayuda quien no estorba. Viene esto a cuento de las reacciones al asesinato del director del Tecnológico de La Venta, Carlos Garrido Gular, suceso que ha conmovido a la sociedad tabasqueña por el terrible acontecimiento, en sí mismo, pero también por la entrañable personalidad de la víctima, que era muy querido por la inmensa mayoría de sus conocidos y alumnos. Las investigaciones preliminares apuntan a una lucha de territorio entre pandillas que se libra en ese centro educativo y ante ello el gobernador anunció que “las autoridades de educación superior analizan cerrar el instituto para no poner en riesgo a los profesores y alumnos. Desde el punto de vista institucional, pues las autoridades, la Fiscalía está haciendo su trabajo, por lo pronto se tomó el acuerdo de que se retrasara el inicio de clases una semana, pero dadas las circunstancias, no nada más lo del lamentable asesinato sino las del entorno, estamos analizando incluso la posibilidad de cerrar el Tecnológico". De darse la necesidad de poner en marcha esta medida quirúrgica sería porque el lugar es inadecuado para el fin para el que está previsto, por las dificultades para defenderlo de incursiones de los traficantes de la muerte y por ello lo más sensato sería eliminar el objeto del conflicto. Es una medida que aconsejan las técnicas de defensa policiaca más básica y de sentido común y por ello no es un dilema entre quitar el Centro a los estudiantes y maestros, sino apostar por la seguridad y la vida de ellos, más aun habiendo otras alternativas que en nada afectan la continuidad de la educación superior en la zona. López Hernández ha ofrecido a los alumnos recibir un apoyo económico para gastos de traslado, en caso de ser necesarios y de que finalmente se tome esa decisión. El Gobernador definió, con conocimiento de causa, a la zona donde se ubica esta institución educativa como “de alto riesgo, por la inseguridad que se vive. La zona es considerada como de alta peligrosidad, hay desde luego, delitos del orden federal, presencia del crimen organizado, y no vamos a arriesgar ni a los alumnos, ni al personal docente. Vamos a tomar una decisión sobre qué vamos a hacer, qué va a pasar con el Tecnológico, y una vez que tengamos esa decisión, se las daremos a conocer". Esta es la realidad de las cosas ante la que los maledicentes de siempre, buscando sacar rentabilidad política a costa del sufrimiento de la población, están tratando de hacer ver que con esta medida se cerraría el Centro educativo sin alternativas, y se perderían 2.300 plazas de estudiantes y más de 30 puestos de trabajo para profesores y personal administrativo del Tecnológico, lo que es ciertamente falso pues desde el primer momento se están ofreciendo otras posibilidades de continuidad para que nadie se vea afectado por implementar las medidas de seguridad imprescindibles para que este tipo de instituciones no sean infiltradas por el crimen organizado con total impunidad y dándole incluso facilidades. Se trata de preservar la seguridad y la vida humana y no de usar esta tragedia como arma arrojadiza contra un gobierno al que se considera adversario político. Es de una bajeza enorme lo que algunos defienden sin que ni siquiera haya motivo alguno para cuestionar esa decisión, que ni está tomada.