OPINIÓN

Tiempos peligrosos
12/09/2025

Definitivamente, vivimos tiempos peligrosos, ha sido así desde que tengo conciencia, el belicismo verbal y tecnológico de países.

Definitivamente vivimos tiempos peligrosos, ha sido así desde que tengo conciencia, el belicismo verbal y tecnológico de países como China no se puede ignorar, menos el de quienes lo acompañan en esta muestra de poder que significó su desfile militar del 3 de septiembre con el que conmemoran el Día de la Victoria y el fin de la Segunda Guerra Mundial. Y lo hizo con una muestra de orden, disciplina y una coordinación notoriamente motivada por la determinación de enviar un mensaje claro sobre su presencia en el escenario global, mostrando capacidad de combate y una cohesión envidiable delante del desorden interno de varios países de Occidente, reciclando viejos problemas domésticos sin atender; todo esto teniendo como marco de fondo a la banda militar del Ejército chino ejecutando magistralmente una pieza musical fascinante en sus elementos, que evocaba ritmos ascendentes con sensaciones de poderío, control y cierta euforia. La pieza "Marcha del Torrente de Acero" sonó durante los 70 minutos que duró solamente el estético desfile militar, enviando un mensaje sonoro de capacidad militar y tecnológica.

El paralelismo es innegable, tal como sucedió en el largo periodo que se llamó Guerra Fría parecería que la historia se repite, aquel momento fue uno de enfrentamiento indirecto entre Estados Unidos y el bloque comunista representado en aquel momento por la Unión Soviética, no fue un enfrentamiento armado, sino una confrontación ideológica entre dos modelos de desarrollo económico y político, el capitalista y el comunismo. Sabemos cuál prevaleció, pues en 1989 el muro de Berlín cayó dando lugar a la disolución de la URSS. Lo que sí acompañó a ese largo periodo fue la carrera armamentista de las potencias, el espionaje, la propaganda y la urgencia por la carrera espacial.

Teniendo en mente ese contexto recordé una frase que había leído tiempo atrás y la busqué para compartirla "...Los hombres mayores declaran la guerra. Pero son los jóvenes los que deben luchar y morir..." dicha por quien fuera el presidente número 31 de los Estados Unidos de Norteamérica Herbert Hoover, frase atemporal por supuesto, porque Hoover llegó a la presidencia de los Estados Unidos en 1929 en el contexto de la Gran Depresión económica de ese momento.

Muy parecida a la atribuida al célebre piloto de caza alemán de la segunda guerra mundial Erich Hartmann, "...la guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí por la decisión de viejos que se conocen y se odian entre sí, pero no se matan..."; definitivamente los tiempos siguen siendo peligrosos. No es posible construir una visión de futuro promisorio sobre ruinas de realidades pasadas, nadie quiere ver a jóvenes destruyéndose en conflictos armados nacidos en una esfera en la que ellos no intervienen, no es justo.

Siendo aun joven mi papá q.e.p.d. tenía algunos discos de acetato que de tanto en cuanto escuchaba, y vino a mi memoria aquella canción FORTUNATE SON (hijo afortunado) de la banda de rock Creedence Clearwater Revival, muy buena, se convirtió en aquel momento en una crítica al sistema de clases norteamericano porque exhibía el favoritismo sobre los "hijos afortunados" de quienes podían mediante influencias evitar el servicio militar de sus hijos, logrando con ello ir a la guerra, en aquel momento contra Vietnam. El reclutamiento forzado e injusto implicaba la crítica al privilegio de los ricos y poderosos del momento que "no estaban para ir a la guerra, sino que eran nacidos para ondear la bandera", solo los jóvenes hijos de la clase trabajadora eran enviados al frente de batalla, por supuesto una gran cantidad de ellos hombres de color. Eso no ha cambiado. Estados Unidos sigue siendo el mismo.

Algo contrastante en la beligerancia de los mensajes que las potencias pretenden instalar en la opinión internacional y quizás en la mente de sus adversarios, es que mientras Estados Unidos hace un despliegue militar de sus navíos en el Caribe cerca de las costas de Venezuela y ataca de forma letal una simple lancha cargada supuestamente de droga que terminaría en suelo norteamericano, China desfila lo que especialistas llaman elementos de "capacidad de combate multidominio", es decir, nuclear, hipersónica, antidrón y láser, acompañado de sus aliados Vladimir Putin y Kim Jong-un, y con el mensaje inevitable del costo que significaría para cualquier nación o potencia entrar en una  confrontación con el gigante asiático más allá de lo arancelario.

Claramente no se ha aprendido de la historia, no solo estamos predispuestos a cometer los mismos errores, sino que parece "corremos con entusiasmo" hacia su repetición.




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